Capítulo 32: Extremos opuestos

1K 104 10
                                    

Me dirigí hacia nuestra carpa, y casi choqué con Henry.

—¡Hey! ¡Buenos días!

—Hola —dijo adormilado y frotándose los ojos—. Tengo hambre.

—Hay un montón de comida por allá, puedes ir a pedir un poco.

—Ok —dijo con un gran bostezo.

Sacudí su cabello y lo observé dirigirse con rapidez hacia las mujeres que estaban repartiendo el desayuno. Terminé de entrar a la carpa. Regina estaba cruzada de brazos observándome fijamente. Me acerqué a ella, la envolví en mis brazos y besé su cuello.

—Hola mi preciosa mujer.

—¿Es así cómo vas a llamarme ahora? Unas cuantas horas rodeada de esos hombres y te conviertes en uno de ellos.

—¿Estamos de mal humor? —Quise hacer caso omiso a su enojo; besé su mejilla y la miré a los ojos.

—Tengo todo listo. Después de comer nos vamos ¿no es así?

Pensé que abordaríamos el tema por lo menos después de desayunar, y que ella quizá estuviese menos dispuesta a adentrarse de nuevo en el bosque sin ningún tipo de protección.

—No. Hablé con Robin y decidimos...

—¿Ustedes decidieron?

—¿Me dejas terminar? —Su mal humor me resultó contagioso.

Retrocedió para apartarse de mí y con mayor firmeza cruzó los brazos sobre su pecho, dándome una de sus intensas miradas que no auguraban nada bueno.

—Te escucho.

—Tengo que ayudar a David, y quizá la única oportunidad que tenemos de volver a casa es con la habichuela que Robin tiene. Iré con él y sus hombres para liberar a David, y un pequeño grupo irá por Sarah.

—¿Ese es el plan?

—Mary Margaret viene conmigo, pero tú y Henry se quedan; Ruby va a cuidarlos, y supongo que Tink también se queda aquí con ustedes.

—No estoy de acuerdo. Podemos esperar un poco más hasta que mi magia regrese...

—No sabemos cuánto tiempo va a demorar, y me siento mejor sabiendo que tú y Henry están a salvo.

—¿Y consideras que estaremos mejor quedándonos con un grupo de extraños? Todo esto podría ser una trampa.

—No es así.

—Porque eres muy amiga de Robin y él te ha contado todos sus secretos. Ni siquiera lo conoces, no conoces este mundo. Piensas ir a enfrentarte a un ejército llevando una espada que ni siquiera sabes usar.

—¿Por qué no me dices de una vez lo que realmente te está molestando? —Me estaba resultando muy difícil no enojarme con ella.

—Quiero que nos vayamos de aquí. Teníamos un plan. Dijiste que éramos un equipo pero otra vez estás tomando decisiones sin consultarme.

—Estoy haciendo lo que es mejor para nuestra familia, y no soy la única que ha tomado decisiones por su cuenta. Admite que no te gusta que yo esté a cargo en esta relación.

—No estás a cargo en nuestra relación. Y si realmente me amas vas a alejarte de Robin.

—¿Estás celosa? —Pregunté sonriendo. No fue una decisión brillante de mi parte pero no pude evitarlo—. Él no es mi tipo, te lo aseguro. Prefiero hermosas morenas de mal carácter —intenté abrazarla pero ella no me lo permitió—. Él parece ser un gran tipo, ni siquiera me ve de esa manera.

Not in a sexual wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora