Capítulo 1: ¿Pervertida?

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Un niño perdido cobra un significado totalmente diferente cuando se trata de tu propio hijo, la única manera de tolerarlo era distraerme por las peleas entre la madre de mi hijo y mis padres, todo era una completa causa de discusión, y yo tenía que jugar el papel de réferi; sumado a eso tenía toda la desilusión de descubrir que los personajes adorados de mi infancia eran una gran mentira, incluida la propia Tinker Bell, sin conocerla me caía mal, pero era nuestra esperanza de encontrar a Henry en una selva gobernada por adolescentes inadaptados.

Al darme cuenta que Regina se estaba quedando atrás en lugar de pelear una vez más, me quedé a esperarla, tuvimos una breve conexión en la que hablamos como dos personas decentes. Me senté a su lado, en el tronco, y sonreí ante el recuerdo de lo que fue una de las mejores aventuras que he tenido, Henry era un niño ingenioso, me había obligado a creer en lo imposible, y no solo eso, había hecho de mí una mejor persona, recordar todo sobre nuestro hijo nos hizo sonreír.

—Operación Henry suena bastante bien. Me gusta. Creo que va a encantarle cuando le contemos —dije ante su idea del nombre para la operación de rescate.

Ella suspiró, sus manos acomodaron su cabello, y la vi torcer sus pies un poco. Creo que solo hasta ese momento caí en cuenta que debía estar más cansada que yo, después de todo por lo que había pasado era increíble que estuviera en medio de una jungla mágica corriendo de un lado a otro para salvar a nuestro hijo.

—Tienes que seguir, estás perdiendo el tiempo.

—No voy a dejarte atrás.

—Acabamos de hablarlo. Si Tinker Bell me ve no va a ayudarnos.

—No me importa si le arrancaste las alas en el pasado y ahora te odia. Henry no me perdonaría si te dejo y algo te pasa. —Me levanté y le ofrecí mi mano—. Vamos. Ya descansamos suficiente.

—Tú nunca escuchas. Tienes que seguir sin mí. Intentaré encontrar a Henry por mi cuenta —dijo empezando a discutir.

—No lo harás.

—¿Perdón?

—Somos un equipo.

—Fue lo que te dije y tú preferiste escuchar a tu novio.

—Él no es mi novio. Y si tú y Tink no tuvieran un pasado problemático serías la primera en correr a buscarla y obligarla a ayudarnos. Así que levántate y empieza a caminar.

—No voy a hacerlo —dijo cruzándose de brazos—, puede que seas una idiota incapaz de pensar por ti misma pero yo no voy a arriesgar nuestra posible única oportunidad de salvar a Henry.

—No necesitas insultarme para ocultar que la única razón por la que te niegas a continuar es porque tus pequeños pies no pueden más.

—Realmente eres una idiota.

—Di lo que quieras, pero si no te levantas voy a...

—¿Vas a obligarme? —Se burló con ironía.

—Tienes razón, debería dejar de perder el tiempo y seguir adelante, pero no lo haré. Nos guste o no le prometí a Henry cuidar de ti, así que perdóname por no querer dejarte atrás para que una planta carnívora te coma de un solo bocado.

—No uses a mi hijo como una excusa. Eres tú quien necesita una niñera en este lugar, yo puede cuidarme perfectamente.

—Perdón. Olvidé lo bien que te fue la última vez que fuiste secuestrada.

—Acepto tus disculpas por ser un pésimo héroe.

Eso colmó mi paciencia. Cada vez que he intentado ser amable con ella, o se queja o se burla de mí.

Not in a sexual wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora