Capítulo 28: Estamos en guerra

1.2K 111 13
                                    

REGINA

Escapar no estaba precisamente entre mis planes para ese día, pero tras la advertencia de Tink, era algo que no podíamos negarnos a hacer. Apenas pudimos cuidar de abrigarnos lo suficiente y guardar unas cuantas cosas que no ocupaban más de dos bolsas. Tink y yo debíamos ir por Henry a la cocina, Emma buscaría a Sarah y conseguiría algunas armas que nos sean de utilidad. Me sorprendí al escuchar a mi hijo decir que él tenía un alijo de comida preparado.

—Soy muy precavido —dijo dándome una gran sonrisa.

—No te creo. Sé muy bien que tú y Emma deben haber tenido su propio plan oculto.

—Eso nos hace estar a mano, pero no estoy admitiendo nada.

—Pueden discutir durante el camino. Hay que salir de aquí cuanto antes —Nos apresuró Tink.

—Debemos hacer una parada.

—Emma dijo...

—Emma no está aquí. —Tomé la mano de Henry, nos deslizamos sigilosamente por los pasillos hasta llegar a la parte trasera del castillo.

—Ahí está Ruby —susurró Henry—. Va a vernos.

—Claro que va a vernos.

—Mamá.

Henry apretó mi mano intentando detenerme pero yo tenía algo muy importante que hacer. Ruby nos vio, y de inmediato se acercó a nosotros.

—¿Esa es Tink? —Tink no intentó ocultar su rostro debajo de su capa, no tenía ningún sentido hacerlo.

—Sí. Soy yo.

—Mamá.

—Estás en serios problemas, Regina. Te aseguro que esta vez ni siquiera Emma va a poder salvarte.

—Puedo salvarme yo sola, a diferencia de Belle.

—No hables de Belle —Ruby me confrontó casi perdiendo la paciencia y mostrando todo su enojo hacia mí.

—Mira —dije levantando las manos a la defensiva—. Sé que si huimos tú puedes rastrearnos sin mucha dificultad, pero espero no estar equivocada y que lo que voy a decirte sea suficiente para abrirte los ojos tan grandes que tienes.

—Voy a llamar a los guardias.

—Gold usó el corazón de Belle para lanzar la maldición.

—Sé muy bien lo que ese monstruo hizo.

—¿Y lo dejaste hacerlo? —Reclamó Henry con enojo—. Se supone que eres de los buenos.

—No pudimos hacer nada, cuando lo hizo ya era demasiado tarde.

—¿Eso fue lo que te dijo tu gran amiga Blancanieves o el Hada Azul? Ellas sabían, y dejaron que sucediera porque era más importante destruirme.

—Eso no es cierto.

—¿No lo es? ¿Entonces por qué Blancanieves sigue haciendo tratos con él? ¿Por qué crees que Gold accedió a maldecirme?

Ruby guardó silencio. De todo corazón esperaba lograr convencerla.

—No te creo.

—No tienes que estar de mi lado, pero tampoco deberías estar del lado de Blancanieves. Si le está haciendo esto a su propia hija, si permitió que mataran a una persona inocente, imagina lo que va a hacer con cualquiera que se interponga en su camino. Eres una loba, deja de actuar como una oveja.

La expresión de Ruby era ilegible, pero mientras me alejaba con Tink y mi hijo, no la escuché llamar a los guardias en ningún momento.

XXXSQXXX

Not in a sexual wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora