Cap. 70

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Hela:

Llegamos agotados al hall del hotel, ayer fue un día cansado, pero ni punto de comparación con hoy. Esta mañana mi hija se ha despertado a las seis de la mañana dando saltos sobre nuestra cama. Cuando por fin ha conseguido que su padre y yo nos levantáramos ha hecho lo mismo con el resto de familiares y se ha empeñado en que le pusiéramos su disfraz de Alicia.

En el desayuno todos hemos estado más pendientes de planificar el día que de lo que comía la niña, por lo que nadie le ha puesto límites y cuando nos hemos querido dar cuenta ya se había comido los gofres que habíamos cogido para todos los de la mesa bañados en una piscina olímpica de chocolate y nata montada. ¿Eso en qué se ha traducido? En un chute de azúcar que ha tenido a mi hija a mil por hora hasta hace escasas horas que le ha dado el bajón.

Tara nos ha agotado a todos, pero pese a eso hemos disfrutado con ella muchísimo. La niña ha conocido a muchísimos personajes, nos hemos hecho fotos, hemos subido atracciones, visto cabalgatas... Creo que no hay nada más bonito que la cara de un niño viendo en una cabalgata a su personaje favorito.

Después del parque hemos estado una hora en la piscina agotándola del todo y hemos cenado. Sé que parece que vivamos para cansar a mi hija, pero Tara es una de esas niñas que si no está cansada no hay forma de que se duerma.

_ Bueno Estrellita, ahora una ducha y a la cama -le dice Jared mientras descansamos ya en el sofá del porche del bungalow, se está muy bien aquí-.

Tara se levanta y comienza a saltar, esta niña es incansable.

_ ¡La pisina, cuenta como ducha! ¡La pisina, cuenta como ducha-canta una y otra vez mientras da saltos-.

Escucho como Constance se ríe por la ocurrencia de su nieta, Scarlett y ella siempre cantan lo mismo cada vez que la hija de Katharina viene a pasar el día en la piscina con Tara.

_ No, tienes cloro en el pelo -le medio riñe su padre-, te vas a duchar digas lo que digas.

_ ¿Con quién vas a querer dormir hoy? -le pregunto a Tara-, ¿con la abu, el tío o los papis?

Me río al ver que Shannon y Constance se señalan con el dedo mientras dicen su nombre gesticulando para ver si así convencen a la niña, pero la pobre no se decide, simplemente mira a uno y a otra sin saber qué responder.

_ Um -veo dudar a Tara-, hoy con la abu, mañana con el tío Shanny.

Le indicamos dónde está el peluche de Tara y todo lo necesario para cuando se despierte mañana y nos despedimos de ella, a Constance se la ve feliz de dormir con su nieta, se nota que le hace ilusión.

_ Bueno, yo aquí sobro -dice Shannon levantándose del sillón-. Os dejo a solas tortolitos, vigilad mucho los gritos esta noche, que está es una villa familiar y mi habitación está al lado de la vuestra.

Ambos nos reímos por la ocurrencia mientras yo me pongo roja como un tomate, si supiera que todavía no ha vuelto a pasar nada de ese tipo entre nosotros.

Debo admitir que no me siento bien con eso. Una parte de mí quiere hacerlo, entregarme del todo a la relación y dar el siguiente paso, pero otra parte me echa para atrás. En muchas ocasiones hemos estado a punto, pero cuando todo a llegado a mayores mil cosas pasan por mi cabeza y no puedo, simplemente no me siento cómoda. Mi cuerpo me pide a gritos que lo hagamos, sé que es algo natural, que básicamente mis instintos animales buscan sexo, pero luego mi cabeza comienza a crear mil dudas.

¿Y si Jared ya no me encuentra igual de sexi después del embarazo? Ya no tengo tan buen cuerpo, tengo celulitis en las piernas y hay una mimi molla que siempre aparece por muy delgados que esté. ¿Y si en realidad está conmigo por tener una estabilidad familiar y no porque de verdad me quiera? ¿Y si solo está conmigo por Tara? ¿Y si después de hacerlo me abandona como hizo la otra vez? ¿Y si no me merezco nada de esto?

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora