Cap. 6

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Jared:

Me quedo parado mirando la escena, no puede ser ella, es imposible, no puede ser Hela. Mi corazón y mi estómago dan un vuelco y un salto de altura hasta reventarse contra el suelo, destrozando todo lo que tengo por dentro.

Miro a Hela, sigue tan guapa como siempre, con los ojos azules enormes, su pelo rubio con tirabuzones en las puntas que parece trabajado en la peluquería pero que en realidad es natural, las pecas en sus mejillas y nariz que le dan ese toque dulce e infantil a un rostro prácticamente perfecto, esos labios carnosos.

Es imposible que sea su hija, no puede serlo, no puede haberme olvidado y haber formado una familia. Además, después de tener una niña no puede seguir teniendo ese cuerpo tan jodidamente perfecto, esas piernas tan largas y bien torneadas que me han vuelto loco desde el primer día que las vi, ese pecho perfecto, la cintura marcada, la piel blanca con un ligero tono de moreno, nunca conseguía broncearse por mucho que lo intentara. Todo mi ser se remueve por dentro deseando ir a ella y abrazarla lo más fuerte posible, cogerla entre mis brazos, besarla y decirle que nunca se me vuelva a escapar y separar de mi lado, pero mi cuerpo no reacciona, simplemente veo la escena petrificado.

_ Dios mío Tara, no me vuelvas a hacer una cosa así, no te vuelvas a soltar de la mano de mamá –le dice asustada mientras la abraza-.

Se me nota asustada, en todos los años que la conocí solo escuché ese tono una vez, y prefiero no recordar ese puto día.

_ O siento mami.

_ No Tara, nada de lo siento, tienes que prometérmelo, la mamá casi se muere del susto.

_ Te o pometo mami.

Hela se levanta y se gira para mirar al agente, que mira la escena conmovido.

_ Muchas gracias agente, se ve que alguien vio un famoso o algo y de golpe una multitud de personas vinieron hacia nosotras y mi hija salió corriendo asustada.

_ Esta usted sangrando –le dice el seguridad nada más verla-.

_ No es nada, me tiraron al suelo y me golpee, pero no pasa nada.

_ Debería de verla un médico, la mano le sangra mucho y lo de la cabeza no tiene buena pinta.

_ No es nada, de verdad. Muchísimas gracias por encontrarla, no sabe el susto que me ha dado.

_ La encontró el señor y la trajo a mí, yo solo la he llamado.

_ Muchísimas gracias, no sabe lo agradecida que...

El seguridad se separa y Hela por fin me ve, se queda a mitad frase helada por verme. Yo todavía sigo ahí, plantado como un jilipollas mirándolas a ambas sin entender nada, no esperaba encontrármela de nuevo, y menos con una niña.

Esto es un sueño, tiene que serlo, no puede ser real, estoy volviendo a soñar con ella, otra vez, tampoco sería tan raro, llevo soñando con ella cuatro años, aunque normalmente sueño recuerdos, o escenas de nosotros dos besándonos, abrazados... no suelen ser así, siempre son sueños de los que cuando me despierto me quedo destrozado al ver que no son reales y mi vida es bien diferente.

Hela se queda petrificada al verme, ninguno de los dos conseguimos reaccionar, simplemente estamos quietos mirándonos con los ojos como platos y llenos de lágrimas.

_ Tara, tenemos que irnos.

Hela se gira corriendo y coge a la niña de la mano con rapidez, mi cuerpo reacciona al ver que se va a marchar y la voy a volver a perder de nuevo.

_ Ared me encontó –le dice la niña contenta-.

_ Tara, he dicho que tenemos que irnos.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora