Cap. 69

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Jared:

Veo a mi hija, sus pequeños pies cuelgan en el asiento sin llegar al suelo, me parece adorable. Choca sus zapatillas deportivas nerviosa, llevamos ya casi cinco horas en el avión y se está volviendo loca de tener que estar sentada aunque hayamos visto una película y jugado a las adivinanzas.

_ Papi, ¿falta muxo? -me pregunta con cara de pena-.

_ No, ya estamos a punto de llegar.

_ Ir en avión es muy abuido.

Veo la indicación encenderse y pongo el cinturón de seguridad de la niña antes que el mío.

_ Mira, las nubes son muy bonitas -dice mirando por la ventana-, paresen algodón de asúcar.

Asiento a las palabras de mi hija y noto como poco a poco vamos descendiendo hasta que aterrizamos y podemos salir. Con prisa cojo a la niña y vamos a la sala Vip, no queremos que la gente se de cuenta de que estamos aquí y comience a acosarnos la prensa. Sé que es algo inevitable, que cuando entremos a Disney alguien me reconocerá y saldrán fotos a la luz, pero voy a hacer todo lo posible para alejar ese momento.

Lo bueno de viajar en primera clase es que podemos salir antes que nadie y no hace falta esperar las maletas con el resto de gente, por lo que llegamos a la sala de espera vip y comenzamos a almorzar mientras sacan las maletas del avión.

Cuando Tara ya no tiene más hambre y se aburre comienza a jugar con mi hermano, su tío parece que solo ha venido a este viaje para hacer el loco con su sobrina, cosa que agradezco.

Tras un buen rato de los dos corriendo arriba y abajo acaba quedándose dormida en el momento exacto, por lo que vamos al coche que he contratado para que nos lleve al hotel.

_ Es mediodía y esta ya está durmiendo -me río mientras veo a mi hija con la boca abierta durmiendo sobre el hombro de Shannon el cual la lleva en brazos-.

_ Ha tenido que madrugar, ha cogido un avión por primera vez desde que tiene uso de razón y era para ir a Disney, no le puedes pedir más -dice su madre mientras el coche arranca camino al hotel-. Su cuerpo es demasiado pequeño para gestionar tanto nervio.

_ Creo que la hiperactividad la ha sacado de mí, lo siento.

_ La diferencia es que ella se porta bien, no como nosotros a su edad -se ríe Shannon-.

Aprovechando que en la parte de delante vamos solo Hela y yo le cojo la mano y comienzo a acariciarle la palma con mis dedos, provocando en ella pequeñas cosquillas. Hela sonríe y simplemente apoya su cabeza en mi hombro.

Suspiro y dejo que el trayecto de media hora sea tranquilo. Aprovecho para tener unos minutos de intimidad con Hela, aunque haya gente atrás podemos estar los dos "solos", tranquilos, sin una niña que nos reclame o compañeros de trabajo que nos llamen cada cinco minutos. Porque eso han sido los últimos meses, ya llevamos juntos cinco meses, cinco meses en los que podemos contar con los dedos el tiempo que hemos pasado a solas como pareja.

Ambos tenemos trabajos demandantes, no pasamos todo el tiempo en casa que nos gustaría, o por lo menos no todo el tiempo libre en casa. Como ya estoy completamente recuperado de mi lesión he tenido que volver al trabajo, por lo que la banda está grabando un nuevo disco. Eso significa horas y hora de estudio, de pruebas, de gente yendo y viniendo por la casa, Tara jugando con unos, con otros, follón, estrés...

Hela ha estado también extremadamente ocupada con su trabajo, está diseñando una nueva colección y eso supone muchísimas horas.

Nuestro tiempo libre lo hemos intentado dedicar a estar con la niña, hacer planes de familia y disfrutar de lo que estamos creando. ¿El problema? Que en cinco meses los momentos de pareja han sido tan escasos como complicados. Tengo la suerte de tener a una santa por madre y en más de una ocasión se ha ofrecido a llevarse a la niña a su caaa para que así Hela y yo podamos tener citas, algo maravilloso si no fuera porque en casi todas ellas he escuchado más a nuestras asistentes por nuestros respectivos teléfonos móviles que a nosotros mismos.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora