Cap. 74

113 12 42
                                    

Jared:

_ ¡Vamos cariño!

Me giro y miro hacia debajo y no la encuentro, debería estar unos pocos metros por detrás de mí, pero no la veo.

_ ¿Hela? -grito algo asustado por si le ha pasado algo-.

_ Aquí estoy.

Levanto la vista y veo que está sentada arriba del todo mientras me mira escalar. Se me escapa una sonora carcajada, llevo como veinte minutos creyendo que me seguía y resulta que no era así, está tan tranquila comiéndose el tentempié que llevaba en la mochila.

Subo hasta ella a cogiendo más velocidad, intento prestar atención en lo que hago ya que aunque sea una montaña sencilla no quiero torcerme el pie ni nada parecido.

_ Llevo más de quince minutos hablando solo -le digo cuando llego a su altura y me quitan los arneses-. ¿Como has llegado tan rápido?

_ Por las escaleras de allá. Sabes que me dan miedo las alturas, ¿en serio crees que iba a hacer escalada?

_ ¿Entonces por qué me has seguido el juego?

_ Porque me he reído mucho.

Niego con la cabeza mientras comenzamos la marcha, no me puedo creer que me haya engañado, pero me encanta volver a ver a esta Hela, la divertida y desenfadada que hasta bromas y se ríe de la vida.

Llegamos a los templos de Marae, una zona con grandes altares al aire libre de plataformas elevadas hechas en coral liso. Son bonitos, con formas tribales típicas de la zona.

Hoy hemos decidido pasar las primeras horas de mañana aquí, nos han dicho que el lugar no era de fácil acceso y en unas horas llega la familia, por lo que va a ser una visita express. Sé que Shannon o Ivy habrían aguantado la travesía, el jodido de Turner ya directamente hubiera encabezado la marcha, pero sé que mamá y Tara no, y lo último que quiero es separarme de mi hija este par de días que vamos a estar aquí, la echo de menos.

Vemos con calma todo lo que nos rodea, nos hacemos alguna que otra foto y volvemos al camino de descenso.

_ Hoy es el gran día -le digo a Hela mientras andamos por los caminos creados por el hombre entre la abundante naturaleza-.

Noto como sonríe, creo que le hace ilusión pero está nerviosa. Supongo que es normal, que cualquier persona está de los nervios el día antes de su boda, pero no sé qué me pasa que yo estoy como si nada. Sé que esta tarde nos casamos, pero llevo preparándome para ese día durante muchos años, de hecho llevo deseándolo desde tanto que ya no lo recuerdo.

_ ¿Con miedo? Si tienes dudas dímelo ahora, no me dejes plantada en el altar -bromea-.

_ No tengo ni una sola duda. Hela -me paro y me quedo mirándola, noto que se queda extrañada-. No tienes dudas, ¿verdad? Si tienes miedo no tenemos que hacer nada.

_ No te preocupes, yo también lo estoy deseando.

_ ¿Estás segura de que quieres una boda así? ¿No te importa no tener muchos invitados, un vestido impresionante y damas de honor?

_ Todo eso me da absolutamente igual, me importa lo que vamos a hacer, no el como. Vamos, dentro de nada llega la peque.

_ ¿Tienes ganas de verla?

_ Me han encantado estos días los dos solos, pero la echo muchísimo de menos.

_ Si quieres se puede bajar en tirolina, es más rápido.

_ No insistas, ya has hecho escalada dos días, da gracias que tu espalda sigue en su sitio y vamos a pasear, es mejor que no la fuerces Jared.

Me río por el comentario, ayer pasé la tarde escalando. Hicimos por la mañana una excursión con un guía y cuando le conté que era aficionado a ese deporte me invitó a escalar el Monte Otemanu con él, según me contó solo es para escaladores experimentados, pero no tuve problemas.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora