Hela:_ Ivy, siento llegar tan tarde, no he podido salir antes, estoy muerta, las pastillas que me estoy tomando me dejan zombi. ¿Por qué has cerrado ya la puerta con llave? –pregunto con curiosidad, levanto la vista y de pronto me quedo parada-. Jared, ¿qué haces tú aquí?
_ Tu amiga se ha tenido que ir con urgencia por el trabajo y no podía venir la niñera, no te preocupes. Tara está acostada en su cama durmiendo desde hace un buen rato, le he dado de cenar unas verduras con un poco de arroz y se ha dormido a la primera, estaba agotada.
_ ¿Has conseguido que coma verduras? –le pregunto completamente asombrada, Tara odia las verduras y siempre me cuesta muchísimo que se las coma, siempre esta con lo de "lo velde no lo quielo"-.
_ Sí, se las he puesto en el plato con forma de animalitos y se las ha comido encantada.
Veo que me sonríe pero yo sigo seria, se cree que va a pasar como siempre, con su sonrisa encantadora y su cara de ángel me va a ablandar y va a conseguir de mí lo que quiera. Lo admito, cuando estábamos juntos le funcionaba, pero ahora consigue justo lo contrario, me gustaría abofetearle esa cara preciosa hasta que se le borre su sonrisa de estrella del cine.
_ Gracias, yo... me voy a ir a la cama, gracias por quedarte hasta tan tarde, ya te puedes ir que me encargo yo de mi hija, como siempre.
_ Sí, ya me voy. Como he supuesto que llegarías agotada te he preparado la cena, creo que todavía estará caliente, es lo mismo que hemos cenado la niña y yo.
_ Gracias -respondo seca, con lo cansada que estoy lo último que me apetece es soportarle-.
Admito que estoy de mal humor, pero las pastillas me dan mucho sueño y llevo todo el día que lo único que deseo es irme a la cama, no puedo más. De normal llego a casa cansada, pero esta semana está siendo infernal en todos los sentidos, primero el hecho del dolor de hombro y la mano, la jaqueca no se me va, las pastillas me dan un sueño terrible y yo encima no tengo casi tiempo para dormir. Por si todo eso fuera poco el trabajo es agotador, estamos en plena campaña y no paro en todo el día, casi no estoy pudiendo ver a mi hija, y ahora cuando por fin llego me encuentro con él, cuando creía que era imposible que la semana empeorara me encuentro su perfecta cara.
_ ¿Te importaría si hablamos un momento?
_ Jared, estoy muy cansada.
_ Será solo un momento, si quieres hablamos mientras cenas.
_ No pensaba cenar.
_ Es algo importante -insiste-.
Asiento con la cabeza y antes que nada voy al cuarto de mi hija a verla, suspiro tranquila al ver que está durmiendo plácidamente abrazada a su peluche. Le doy un beso en el pelo y le acaricio su mejilla antes de ir al comedor, no puedo evitar sonreír al ver la mesa, tiene un plato cubierto para no perder el calor de la comida, una copa y los cubiertos sobre un mantel individual y una pequeña flor en su recipiente. Jared se adelanta y me mueve la silla para que me siente, no recordaba estos pequeños detalles de él.
_ ¿Te importa si me bebo yo también una copa de vino? –me pregunta sacando la botella-.
_ No, claro que no.
Me sorprende eso de él, Jared siempre bebía agua, según él odiaba el alcohol, supongo que es otra de la mentirás que me dijo, eso o que en todo este tiempo ha cambiado, al fin y al cabo yo no tengo nada que ver con la Hela que era hace cuatro años.
Bajo la vista para intentar ignorar su presencia y no puedo evitar reírme al ver el plato, con el arroz y la verdura ha creado un osito panda y arbolitos, supongo que será igual que el que le ha hecho a Tara.
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Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-
Roman d'amourHela es una chica que nunca tuvo suerte en la vida, hasta que le conoció a él. Jared le dio todo con lo que siempre había soñado, o eso pensaba ella hasta que de la noche a la mañana se vio sola. Jared la buscó hasta perder toda esperanza, pensó que...