Cap. 41

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Jared:

Me despierto como cada día, demasiado pronto para dormir las horas mínimas que recomiendan, pero siempre lo hago, no me gusta perder tiempo durmiendo.

Ando arriba y abajo nervioso, no consigo concentrarme, solo puedo pensar en Hela y en mi hija. Recuerdo la discusión que tuvimos, todas las mierdas que Hela me echó en cara, lo enfadada y defraudada que estaba conmigo. Me duele ver esa actitud ante mí, pero supongo que me la gané.

Voy corriendo a mi despacho y miro los papeles de la custodia, hasta este momento no me habían importado, pero ahora tengo miedo. Puede que esté siendo un tanto exagerado, pero después de la discusión de ayer me asusta que Hela me ponga las cosas difíciles con Tara.

Busco la carpeta en la estantería y tras encontrarla apartó los papeles que tenía sobre el escritorio para dejar los del reconocimiento de paternidad. Por un segundo observo los que tengo en la mano, son el despido y finiquito de Lucy, todavía no me lo puedo creer, pero no puedo permitir tener a mi lado a alguien en quien no confío.

Niego con la cabeza y me centro en la custodia de Tara, lo leo todo al detalle. Me doy cuenta de que estoy ingresando todos los meses más dinero en la cuenta para la universidad de lo que pone, pero sinceramente, me importa una mierda, es el futuro de mi hija y no hay nada más importante para mí.

Veo el acuerdo, según esto solo tengo derecho a dos fines de semana al mes, si Hela quisiera podría pasarme semanas sin ver a la niña, acabaría eso de recogerla todos los días de la guardería y pasar la tarde juntos.

Noto una angustia tremenda, no me puedo ni imaginar pasar tanto tiempo alejado de mi hija, es algo que me destrozaría por dentro, estamos muy unidos.

Nervioso dejo los papeles en su sitio y voy corriendo a su casa, tengo que arreglar esto, no puedo dejarlo así. Conduzco rápido hasta que llego a la finca, como siempre el portero me da los buenos días nada más verme, este es el del turno de fin de semana.

Llamo a la puerta y espero unos segundos a que abran, al hacerlo veo a Hela despeinada y en pijama, por lo que sonrío porque me resulta tierno.

_ Jared, ¿qué haces aquí? -me pregunta sin entender nada-.

_ Hela, ¿podríamos hablar un momento por favor?

_ Claro

Hela nota la gravedad en mi cara y me deja pasar, ambos nos sentamos en el sofá, se nota que estamos incómodos. Me resulta duro, es doloroso ver que la persona que amas se siente incómoda a tu lado, pero debo hacerme a la idea de que si tengo relación con Hela es por la chiquilla.

_ Quería explicarte lo de ayer -veo que va a hablar pero le hago una señal para que por favor me deje continuar-. Turner llevaba razón, Lucy dio orden de que no pudieras entrar a la urbanización, además, es verdad que cuando nació Tara fue a decírmelo, pero nunca me llegó la noticia.

_ Jared, no hace falta seguir con esto.

_ Sí, sí que hace falta. Llevas todo este tiempo pensando que te dejé tirada. Mira, sé que me equivoqué, que debí de haber pensado con claridad, que jamás debí desconfiar de ti. Tú eras mi pareja, me lo diste todo y yo desconfié de ti sin motivos, es algo de lo que me arrepiento y jamás me perdonaré. Pero al igual que te digo esto te puedo asegurar que yo nunca te abandoné, en cuanto desapareciste de mi vida quise encontrarte, te busqué pero no te encontré. Me he enterado que te bloquearon de mi móvil, que te estaba prohibido cualquier acercamiento conmigo, que incluso Turner avisó y le ignoraron, pero te juro por lo que más quiero en este mundo que yo no fui quien dio esas órdenes. Ayer al salir de aquí fui a casa de Lucy para pedirle explicaciones y me lo contó todo, fue ella la que dio esas ordenes, por ello la he despedido.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora