Cap. 56

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Hela:

_ Vamos cosita, ve a por tu mochila y nos vamos a la guarde.

Tara va corriendo al armario, podría coger yo su mochila, pero es importante que sea un poco autosuficiente y se haga cargo de sus propias cosas.

Voy a coger mi bolso y veo una blazer colgada del perchero, nunca la había visto antes. La cojo y me la pruebo, me gusta mucho, aunque me viene bastante grande.

_ ¿Te gusta? -me pregunta Ivy mientras coge sus llaves para meterlas en el bolso de Hermes que le regalé por su último cumpleaños.

_ Mucho, ¿es nueva? -le pregunto mientras me miro en el espejo del recibidor-.

_ Sí, me la compré ayer.

_ ¿Talla 6? Pero sí siempre has usado la 4, ¿algo que deba saber?

_ Sí, que por muchos ojitos que me ponga tu hija no pienso seguir haciendo pancakes y gofres para desayunar todos los días.

Me río por el comentario, no esperaba uno así. Tara la mira contenta con esos ojos de profunda adoración que suele tener cuando ve a su tía, la niña la adora. Mi amiga le da un toquecito cariñoso en la nariz por lo que se ríe contenta.

_ ¿Entonces no voy a ser tía?

_ Por mi parte por lo menos no.

_ Ya te había imaginado con la tripa mandando al cari a por veinte mil caprichos.

_ Créeme, ese día llegará y volveré al cari loco.

Ambas nos reímos por el comentario, estoy segura de que Ivy será una embarazada de las que vuelve locos a todos los que están a su alrededor.

_ Estoy segura de que sí llegará, solo es que me he hecho ilusiones por unos segundos.

Pongo cara de pena y tras despedirnos me voy con Tara a la guarde. Hablamos durante el camino, siempre este rato es un momento de las dos, ella me cuenta sus inquietudes y yo disfruto escuchándola.

_ La tía me va a llevar con el Tito a ver pececitos, ¡me ha dixo que hasta hay tibulones! Y delfines, yo quieo ver los delfines, me ha dixo la tía que dan saltos y se ríen.

Miro a mi hija lo emocionada que está porque el viernes Ray e Ivy la van a llevar al acuario. Desde que era muy pequeña ambos tienen la costumbre de llevársela alguna tarde por ahí, van al parque, la playa, el circo... A la niña le encanta, Ray juega con ella e Ivy es probablemente la persona favorita de mi hija. He de decir que exceptuando a mi hija también es la mía, mi amiga es el pilar que siempre ha estado ahí y me ha mantenido incluso cuando todo mi mundo se derrumbaba. Ivy siempre dice que en otra vida una fue el amor de la otra, yo siempre le digo que no hace falta que sea en esta, que el amor de tu vida puede tener muchas formas y para mí mi hija y mi mejor amiga lo son.

Llegamos a la guardería y Tara entra contenta, me gusta que siempre sea tan feliz, es lo que más deseo en este mundo.

Cuando la fila ya ha entrado miro mi móvil, tengo una lista de las cosas que debo comprar para el viaje a Disney World, en nada nos vamos.
Debo admitirlo, está claro que vamos al parque por la niña, pero a mí también me hace muchísima ilusión.

Como al lado de la guardería de Tara hay una farmacia entro para comprar protección solar para la niña y tiritas para ampollas, vamos a andar mucho y nunca se sabe. Decido comprar un par de cosas más, como antimosquitos y un stick para los golpes, en viajes así vale la pena ir bien preparado.

En una papelería compro cosas para entretener a la niña, van a ser casi seis horas de vuelo, por lo que le compro cuadernos para que pinte y un pequeño dominó de viaje con animalitos, a Tara le encanta ese juego y le ayuda a su aprendizaje. Cojo alguna que otra cosa más en formato pequeño, supongo que será lo mejor por si tenemos que hacer alguna cola o decidimos descansar, así la niña se entretendrá.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora