Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-

Cap. 19

Hela:

Me siento en el suelo y veo lo que estaban haciendo Jared y la niña, encima de la mesa hay un dibujo. Según me explica la niña es una fiesta de cumpleaños, todavía está emocionada por la fiesta del cumpleaños de Ivy, le encanta celebrarlas por la alegría y la cantidad de dulce que siempre hay en estas fiestas, aunque ésta tuvo que ser con varios meses de retraso para que estuviera el Cari, es decir, la pareja de Ivy.

Veo que a un lado están sus cuadernos con las fichas de la guardería, reviso para ver qué ejercicios tiene para hoy y me sorprende ver que ya los ha hecho.

_ ¿Has hecho ya los deberes cariño? -le pregunto sonriente-.

_ Sí, con el papi.

Miro las hojas, una es de indicar qué dibujo es más grande y cual más pequeño, otra de contar y los últimos ejercicios era de colorear según el color que ponía en el ejercicio. Miro a Jared, que sigue concentrado con su extraño dibujo de una cara de perfil con dientes.

Sonrío feliz, que ya hayan hecho los deberes de la niña quiere decir que yo voy a tener un poco más de tiempo para disfrutar de ella y no estar como siempre dándole órdenes.

Voy a la cocina y saco alimentos para preparar una cena rápida, ya había traído algo para mí para cenar, pero como está Jared decido hacer un par de cosas más.

_ Bueno, yo ya me voy -me dice Jared entrando en la cocina-.

_ ¿No te quedas a cenar?

_ He pensado que querrías pasar tiempo a solas con la niña.

_ No digas tonterías, ahora preparo una ensalada y con mi plato cenamos los dos.

Jared sonríe y nos ponemos a hacer la ensalada y preparar un par de cosas. Preparo unos crudités de zanahoria y apio con diferentes tipos de humus, uno normal, otro de pimiento, de aguacate y otro de remolacha. Me encanta el humus y podría sobrevivir solo a base de este alimento, además, al ser de garbanzos Jared también puede comer y es proteína vegetal, que nunca viene mal cuando eres vegano.

Saco un poco de paté de berenjena y algo más, para que así aunque nuestras raciones sean pequeñas haya bastante comida para todos. Al final con tanto picoteo acabamos teniendo demasiada comida para los dos.

Llega Ivy y nos ponemos a cenar los cuatro, entre unas y otras nos hemos puesto a hacer cosas para el medio y hay demasiado para nosotros. Nos sentamos a la mesa y comienzo a cortarle las salchichas a Tara.

Noto que Jared e Ivy están incómodos el uno con el otro, pero intentan disimularlo por la niña. Ambos están tensos, no se dirigen la palabra y cuando necesitan algo me lo piden a mí aunque el otro lo tenga a su lado, no se quieren dirigir la palabra ni para eso. Sé que no se llevan bien, pero Ivy es demasiado orgullosa y cabezota y Jared... bueno, es Jared.

_ ¿Qué has hecho hoy Tara, has ido al parque? -le dice Ivy a la chiquilla-.

_ No poque soy mala.

Los tres nos quedamos mirándola callados, la niña mira su comida en silencio con carita triste, se me parte el alma verla así.

_ Tara, no digas eso cariño, no digas que eres mala. Te portaste mal el otro día, pero eso no quiere decir que seas mala, eres una niña muy buena -le digo con calma-.

_ ¿Qué te dicen siempre el papi y la abu? ¿Qué eres? -le pregunta Jared con cariño-.

_ Lita -responde contenta por saber la respuesta-.

_ ¿Y qué más? Eres lista, buena y especial, -dicen los dos a la vez como si fuera algo que se saben de memoria porque lo repiten con asiduidad-.

Me quedo sonriendo, no sabía que le dijera esas cosas a mi hija. La verdad es que de un tiempo a esta parte Jared me ha sorprendido muchísimo, siempre supe que le gustaban los niños, pero jamás pensé que la trataría así, que se implicaría tanto con Tara, que desde el primer segundo se comportaría como un padre. Cualquier persona hubiera necesitado un tiempo para hacerse a la idea, descubrir de golpe que tienes una hija no debe de ser fácil. Sin embargo, Jared se comportó como un padre desde le primer minuto, incluso antes de estar seguro de que era su hija ya se preocupó y estuvo cuidándola hasta llegar al hospital mientras yo estaba inconsciente.