Cap. 5

246 22 94
                                    

Jared:

Me consigo escapar como puedo de esa marabunta de personas, ha sido una puta locura. Me compro corriendo un par de cosas que pueden taparme un poco el rostro, como una gorra y una bufanda y continuo andando por los grandes almacenes con cuidado de pasar desapercibido, aunque este pelo no ayuda, menos mal que la gorra me lo tapa, ¿en qué momento se me ocurriría tintármelo otra vez de magenta?

Cojo un libro para taparme la cara durante unos segundos y me quedo mirándolo, es una guía de viajes de la polynesia francesa, no puedo evitar notar una punzada de dolor al verlo, ahí es donde iba a ir con Hela.

Hela fue mi pareja durante dos maravillosos años, ha sido la única mujer de la que me he enamorado de verdad. Pero me traicionó, un día descubrí que había vendido un video personal a la prensa, entré en cólera y desde entonces no la he vuelto a ver, supongo que no querrá saber nada más de mí, supongo que ya me habrá olvidado, han pasado casi cuatro años al fin y al cabo, pero yo a ella no la he conseguido olvidar. Sé que lo que hice estuvo mal, no tendría que haberla dejado ni haberla echado de nuestra casa, pero lo que me hizo fue imperdonable, no entiendo cómo me pudo hacer eso, pero pese a ello, si ahora mismo me pidiera que la perdonara lo haría de inmediato con tal de volver a estar con ella, le echo de menos cada día.

Abro la guía de viajes y veo la isla a la que íbamos a ir, Bora Bora, no puedo evitar suspirar, ahí le iba a pedir matrimonio, tenía ya comprado el anillo y todo, pero nunca se lo pude dar, todavía lo tengo guardado en la mesita de noche como si por eso fuera a ocurrir un milagro o algo parecido y estos cuatro últimos años no hubieran pasado y fueran solo una jodida pesadilla. Pero ya han pasado casi cuatro años... ¿qué sería de nosotros si no hubiera pasado eso? No lo sé, supongo que nos habríamos casado y ahora tendríamos una familia, mi casa no sería el lugar frío que es ahora donde solo duermo y trabajo, sería nuestro hogar, hogar, esa palabra la olvidé ese fatídico día en que desapareció de mi vida.

De repente escucho un sonido extraño, son como unos lloros de niño, supongo que alguno querrá algo y su madre o padre le habrá dicho que no, aunque me extraña que suenan bajitos, lo normal es que el niño estuviera chillando como un loco para presionar más a sus progenitores. Levanto la vista por simple curiosidad, no veo nada, tardo un poco hasta darme cuenta de que es una niña que está en una esquina sentada en el suelo llorando con la cabeza entre sus rodillas.

Dejo la guía donde estaba y me acerco mirando bien que no haya ningún adulto a su alrededor, está claro que la niña se ha perdido. La gente pasa a su alrededor pero la ignora, ¿cómo el ser humano ha podido llegar a ese grado de insensibilidad? ¿Cómo puede alguien no ayudar a una pobre niña pequeña asustada?

_ Hola, ¿estás bien? -le pregunto arrodillándome para ponerme a su altura-.

_ No –me responde todavía llorando-.

_ ¿Y tus papás?

_ Me pedido –me dice con una lengua de trapo propia de una niña muy pequeña, la verdad es que es graciosísima-.

Miro a todos lados pero estamos alejados de la mayoría de la gente, así que me quito la gorra, la bufanda y las gafas de sol para no asustar a la niña, ahora mismo parezco un maldito secuestrador de niños o algo parecido, además, mis ojos azules a los niños les suele llamar la atención y no sé por qué pero les da más confianza conmigo.

_ ¿Quieres que te ayude a buscarlos?

Hace un asentimiento de cabeza y se levanta, yo me quedo blanco al verla, joder, esta niña es idéntica a mí cuando era pequeño. Miro su dulce rostro con detenimiento, los ojos muy grandes y azules, la nariz pequeñita y respingona, mis mismas facciones solo que más femeninas (sí, lo sé, sé que mis facciones son ya de por si bastante femeninas), los mismos pómulos... solo nos diferencia una cosa, yo de pequeño tenía el pelo liso y ella lo lleva en una coleta de caballo de la cual salen unos tirabuzones rubios preciosos, bueno, eso y los labios, su boca tiene la misma forma que la mía, pero sus labios son más carnosos, me recuerdan a los de mi hermano.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora