Cap. 10

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Hela:

_ Cosita, es hora de irnos al cole.

Mi hija deja los juguetes en la caja y va corriendo a darle un beso de despedida a Ivy, como hace todas las mañanas. Vamos camino de la guardería andando, está bastante cerca de casa.

_ Tara, esta tarde va a ir a recogerte Jared, no la tía Ivy.

_ ¡Ared! -dice la niña contenta- ¿vamo a juar?

_ Sí, después jugaréis, ¿te gusta Jared?

_ Sí.

_ Juega mucho contigo y es muy bueno, ¿verdad?

Sonrío ante el asentimiento efusivo de la niña, intento siempre elogiar a Jared delante de Tara, no quiero ser una de esas madres que hablan mal de los padres para que el hijo o hija se ponga en contra de ellos, justo lo contrario. Inspiro fuerte, ayer le prometí a Jared que poco a poco le íbamos a ir contando a la niña quien era él y su familia, creo que ya va siendo hora de empezar.

_ Tara cariño, sabes que tu familia somos la tía Ivy y yo, ¿verdad?

_ Sí.

_ Yo soy tu mamá y casi todos tus amiguitos tienen también un papá.

_ Yo papá no.

_ Cariño, sí que tienes un papá -la niña levanta la cabecita y me mira con curiosidad-, Jared es tu...

De golpe se cruza un perro delante de nosotras y Tara pierde toda la atención que me podía estar prestando.

_ ¡Peito! ¡Ven peito!

Llama al perrito contenta mientras intenta correr tras él, pero en seguida lo perdemos de vista, perfecto, la oportunidad de oro desperdiciada por la pasión que tiene mi hija por los animales.

Llegamos a la guardería y le cuento a sus profesoras que a partir de hoy va a venir un familiar a por ella, doy sus datos mientras me miran con la boca abierta y los ojos como platos, perfecto, conocen a mi ex...

Nada más salir aprovecho el corto camino a casa para mandarle a Jared todas las indicaciones de la guardería, como el nombre, la localización, donde la tiene que recoger y el horario.

Llego a mi finca y voy directa al garaje a por mi coche para ir directa al trabajo, es mi rutina de todos los días, guardería, trabajo, casa, mi vida se ha convertido en una constante monotonía, aburrida e insulsa salvo por la excepción de mi hija.

Pongo la radio para que se me haga más ameno el viaje, normalmente sólo escucho programas de noticias, en los trayectos en coche es el único momento que tengo para enterarme de lo que pasa a mi alrededor. Decido por esta vez poner música para aclararme la mente, desde que me encontré con Jared mi cabeza no para de darle vueltas al mismo tema una y otra vez hasta el punto de provocarme migrañas al final del día. Pero es normal, ¿no? No solo está el hecho de haberme encontrado con mi ex después de tantos años, a eso le tenemos que añadir que ha conocido a mi hija, con todo lo que eso conlleva. Dentro de un tiempo se la llevará los fines de semana, lo cual me duele. Puede que parezca egoísta, pero el domingo es el único día que disfruto de Tara, entre semana solo la veo antes de irse a la guardería y por la noche durante el baño, la cena y cuando la acuesto, jugar con ella solo puedo en fin de semana. Me da miedo perder su cariño, que Jared se la lleve los fines de semana y se convierta en el bueno que juega con ella y yo sea la gruñona que solo le da órdenes como comerse las verduras e ir al cole. Pero no puedo hacer otra cosa, si le niego que se la lleve me puede pedir la custodia compartida, o lo que es peor, la custodia completa alegando que con mi trabajo no me puedo hacer cargo de ella.

Bright Lights (Luces brillantes) -COMPLETADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora