Capítulo 20

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—Eso es, muy bien... anímate a un poco más. Bien... vas muy bien... ¿los sientes ahora?

Karin ensanchaba su sonrisa a medida que aumentaba la intensidad de su propio chakra, utilizando el método que le enseñara Sakura para que la ayudara durante la sesión de fortalecimiento para el tercer bebé. Podía sentir a sus bebés, por primera vez era como si los estuviera acariciando con su energía y era grandioso.

Los niños reaccionaron con gusto brindándole unas pequeñas pero abundantes pataditas.

—¡Sí! Los siento... Sasuke, pon tu mano ¡rápido!

El Uchiha llevó su única mano al abultado vientre y no pudo más que sonreír cuando sintió los suaves movimientos.

Sakura observaba con ternura la hermosa imagen familiar, sin quitar su atención de la tarea que hacía su paciente por si acaso algo no resultaba como lo esperado.

—Bueno... ahora suaviza la energía de a poco, como te enseñé. Tenemos que dormirlos.

Sasuke retiró la mano ni bien la escuchó, y volvió su semblante tan serio como antes. Le acarició los cabellos a la mujer cuando ésta se mordió los labios disfrutando un poco más de sus bebés antes de dormirlos.

—Tenemos que concentrarnos en su hermanito pequeño. Así que pórtense bien ¿de acuerdo? —les susurró con dulzura, mirando hacia la barriga antes de comenzar a irradiar el calmo chakra.

En menos de un minuto los bebés dejaron de moverse y ella le asintió a Sakura retirando sus manos.

—Déjalas, no me molesta. Voy a necesitar tu ayuda si despiertan — la mujer la miró con ilusión — Que mejor que la mamá los calme, ¿no? Así yo me concentro en el más pequeño. ¿Estás bien con eso?

La chica asintió varias veces con una gran sonrisa en los labios, y miró a su pareja quien le acarició nuevamente los cabellos ni bien hizo contacto con ella. La seriedad del Uchiha resultaba hasta molesta, sólo la ilusión en sus ojos ablandaban ese semblante que destilaba molestia. Y Sakura sabía el porqué, aunque decidiera ignorarlo estoicamente.

—Bueno, ¿lista? — la mujer le confirmó —Aquí vamos.

Y activó su chakra verde de inspección buscando el pequeño cuerpo del tercer bebé. Tras unos largos segundos de concentración lo encontró detrás del gemelo mayor, el cual se movió apenas perturbado por la energía de inspección, la cual debería haberle brindado unas sutiles cosquillas.

Karin sonrió sintiéndolo también e irradió un poco de su chakra de calma.

—¡Muy bien, Karin! Aprendes rápido, ¿eh? Mira si no terminas siendo una doctora de este hospital.

Esa sonrisa se ensanchó.

—Me encantaría.

Sakura le devolvió el gesto, regresando su atención al pequeño bebé para iniciar la inyección de chakra que acelerara su desarrollo. Debido a que era un embarazo múltiple que inició con riesgo, el parto se adelantaría y necesitaba que los bebés estuvieran lo más desarrollados posible al salir de la matriz. Pero, antes de comenzar con el procedimiento, decidió tomarse unos segundos para inspeccionarlo más profundamente, ahora que lo tenía por completo a su alcance, sin interferencias de los hermanitos que se cruzaran con sus inquietos movimientos. Quería asegurarse de que, aun yendo más lento en su crecimiento, todo estuviera bien y en su lugar.

Los segundos que se tomó para ello, parecieron eternos para la pelirroja que la observaba atentamente, sin poder ocultar la enorme satisfacción que le causó la mirada que le dio Sakura de repente, con esa enorme sonrisa cómplice que se le dibujó en el rostro.

La última lección de Sakura [+18] [Kakasaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora