Capítulo 21

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Shikamaru suspiró profundo sin levantar la vista de los documentos que se encontraba analizando, sentado en frente a Kakashi.

Esa mañana había arrancado con demasiados reportes tanto de las guardias de la aldea, como de los puestos de control estratégicos en los límites de la ciudadela y del bosque. Era como si todos los ninjas se hubieran puesto de acuerdo para completar los informes y entregarlos al mismo tiempo. Incluida la policía.

Kakashi ni se inmutó cuando lo oyó, ya estaba acostumbrado a las quejas sin palabras del chico. Y no iba a fastidiarlo con algún reclamo o broma como acostumbraba a hacerle, realmente la ayuda analítica del muchacho esa mañana, un hombre a punto de ser padre ya, le estaban aliviando la tarea administrativa del hokage.

Un nuevo suspiro seguido casi al instante de otro más y de un lamento, ya ameritaba una intervención.

—¿Sucede algo, Shikamaru? — le dijo apenas alzando la mirada por un instante, volviendo a los papeles cuando el ninja se removió incómodo.

—Nah...

—¿Problemas en casa?

—Aun no.

Y no dijo nada más.

Cada uno se concentró en lo suyo sin emitir sonido alguno. Solo el crujir de los papeles al girarlos, o el viento helado al azotar la ventana cada tanto, eran los encargados de interrumpir la monotonía de la tarea.

—Bueno, sí. — rompió el silencio el Nara, minutos después — Hay algo de lo que creo que deberíamos hablar.

Ahora fue Kakashi el que suspiró en queja. Dejó los papeles ordenadamente apoyados en el escritorio, algo inusual en él, y alzó la cabeza mirándolo.

—Habla entonces.

Shikamaru respiró hondo. Se autodefinía como un sujeto directo, y en ese momento le estaba dando demasiadas vueltas al asunto para su gusto, porque sabía que podía traerle problemas lo que iba a decir. Y no era un tipo al que le gustaran los problemas. Demandaban demasiado trabajo para resolverlos, aunque fuera hábil para salir siempre airoso. Tal vez, si obviaba la situación se ahorraba un mal momento y no era que no lo considerara, pero admiraba a Kakashi y su honor hacía que se debiera a su hokage. No podía dejarlo pasar.

—Mira Kakashi sama, lo que voy a decirte no es de entrometido. Sabes que busco lo mejor para la aldea. Y ahora para ti... o para ustedes en este caso.

Kakashi endureció la mirada. Algo le decía que todas esas vueltas tenían que ser por Sakura. Ya si lo había notado algo inquieto cuando llegara esa mañana, rehuyendo varias veces de su mirada, aun cuando no le estuviera agregándole trabajo.

—Anoche los escuché.

—¿A quiénes?— se hizo el tonto. Pero la dureza de su voz evidenciaba que estaba entendiendo todo lo que él Nara le decía.

—No me hagas decir los detalles. Eres más inteligente que esto.

Kakashi respiró hondo y fijó su mirada en los ojos de Shikamaru.

—La vida privada se denomina así porque es privada, Shikamaru.

—Comparto. Pero deja de serlo cuando la ejerces en un lugar público. Y la torre del hokage lo es.

Kakashi solo emitió un leve gruñido sin bajar la mirada que el Nara sostenía.

—¿Ya le dijiste al consejo?

El muchacho respiró hondo rodando los ojos en hastío.

—Hablas como si no me conocieras.

—¿Entonces qué quieres?

La última lección de Sakura [+18] [Kakasaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora