No le gustaba que su piel luciera tan blanca, aunque ya no hubiera rastro de las heridas que días atrás la marcara.
No le gustaba que la respiración se le hubiera vuelto tan calma, tan lenta, demorando cada vez más tiempo entre cada débil inhalación y exhalación. O que en la última hora tuvieran que colocarle la narina para proporcionarle oxígeno.
No se sentía cómodo con todos los cables que salían desde su pecho, conectados a los monitores que delataban un corazón que cada vez latía más débil.
Ni que su propia piel fuera más caliente que la de ella. Se sentía demasiado fría bajo sus yemas impulsándolo a subir la liviana manta de abrigo cada vez que le acariciaba.
—Por favor, despierta. No me dejes, linda —le susurró cuando se acercó a su rostro, besándole la frente luego a través de la máscara, sin miramientos, sin ocultarse a cualquier mirada indiscreta.
Poco ya le importaba lo que otros pensaran. Llevaba más de dos días así, sin moverse de su lado apenas si para ir al baño, o comer algún platillo que Hinata le alcanzara. Dormir era simplemente imposible, solo quería estar cerca de ella la mayor parte del tiempo, retirándose apenas media hora para un cambio de ropas cuando Ino se acercaba a ver a su amiga, y se quedaba con ella hasta que él regresara.
Sólo un momento pudo sonreír con algo de ganas, y fue cuando Sasuke pasara por novedades, llevando con él a Sarada. Ver a esa beba por unos instantes, y la forma en que le estiraba las manitos para tocarlo, fue un bálsamo, y más al saber que su madre había despertado al fin con fuerzas renovadas y pronto tendría el alta para ir a su nuevo hogar, el barrio Uchiha, a vivir los cinco juntos.
Se alegraba por su antiguo pupilo, y le brindaba algo de tranquilidad saber que al fin su vida se encauzaba por buen rumbo, considerando que no tenía sentido percibir aquel logro como injusto cuando posaba los ojos en una Sakura inconsciente, cuyo estado desmejoraba a cada minuto.
Desde el instante en que supo que ella se apagaba, que su vida se le diluía entre los dedos, decidió que su tiempo sería solo para ella. Dejó de lado todo, delegando la aldea en manos de Shikamaru, quien a su corta edad estaba a la altura del desafío, recurriendo a él sólo por consejo ante alguna decisión más compleja, o en las visitas esporádicas que realizaba junto a Temari, quien pronto daría a luz. La guerra había tomado un impase luego de la última batalla, Naruto, Sai, Tenten y Kiba al frente lo estaban haciendo muy bien, junto a Sasuke quien resguardaba las fronteras y su presencia era suficiente motivo para aterrorizar a cualquier que intentara osar meterse en los límites de Konoha.
Sólo el consejo era el que presionaba, aunque Shikamaru los mantuviera a raya. Kakashi de ello no se enteraba, así se aseguraba el Nara ya que los reclamos que realizaban no los consideraba trascendentales. Por lo menos no por el momento, aunque sabía muy bien que cualquier día caerían con la fuerza de un rayo reclamando por el hokage.
—Deberías ir a descansar, Kakashi.
El peliplata suspiró sin soltar por debajo de las mantas, la flácida mano de la joven.
—Estoy descansando aquí, Shizune.
La mujer chasqueó la lengua molesta, mientras tomaba mediciones desde los monitores y revisaba el estado de los sueros. No era su trabajo, pero en las últimas horas la salud de la pelirrosa había ido en picada, aunque no se lo dijera a Kakashi, decidiendo ella seguir de cerca el caso. No quería alarmarle, pero por si acaso ya había armado un equipo con los dos mejores médicos en aplicación del negatiburo, uno de ellos traído desde el frente de Naruto. Pensaba hacer un nuevo choque cuando despuntara el alba. El byakugou casi se apagaba, las líneas ya eran apenas imperceptibles regresando lentamente hacia el sello en su frente, clara señal de que el chakra se acababa y de que sus esfuerzos por irradiar más ya no estaban llegando. Las partículas lo interceptaban más rápido, para luego arremeter contra su objetivo ni bien lo devoraban. Avanzaban lento, pero avanzaban, y estaba desesperando al quedarse ya sin opciones.
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La última lección de Sakura [+18] [Kakasaku]
RomanceDesde que Sakura se convirtiera en su alumna, nunca le fue indiferente. Había algo distinto en ella que lo cautivaba y que lo llevó a bregar por su bienestar toda la vida. Hasta que un suceso lo obligó a utilizar otras formas menos convencionales d...