Amantes

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Brigette fue la primera en despertar en la habitación ya que se habían quedado dormidos toda la noche ahí. Sentía un ligero dolor de cabeza que le resultaba fácil ignorar, luego de un momento encontró su bolso y sacó un cigarrillo para poder fumar mientras recordaba la apasionada noche que había vivido. A pesar de saber que el chico tenía solamente diecisiete años tenía que reconocer podía ser un amante grandioso si es que llegará a querer algo así.
No tardó mucho tiempo hasta que Tian se despertó y la vio. Estaba bastante sorprendido de haber pasado toda la noche con una mujer mayor que él. Y aún más sorprendido por el hecho de que estuviera fumando tranquilamente sin tener nada que tapara su cuerpo. Por lo que podía apreciar le gustaba la manera en que él apreciaba su cuerpo.
Cuando se miraron sonrieron y él sintió la confianza suficiente para poder besarla. Ambos se dejaron llevar por la pasión nuevamente que sólo dejaron de besarse por la falta de aire. Brigette le regaló un cigarro y ambos empezaron a fumar sin decirse nada.
Sabían que necesitaban hablar, pero no sabían cómo ni qué posición tomar. Al final Tian decidió ser valiente y hablar para saber cómo se encontraba su compañera.
- ¿Estás bien? - Sonó algo preocupado por lo que pensara de él.
- Me encuentro mejor que bien - Declaró feliz la mujer.
Tian estaba feliz de que no se hubiera tomado tan mal lo que había pasado entre ellos. Para el está había sido la mejor aventura y si esa bella mujer quisiera estar con él de manera clandestina no dudaría en ser su amante, era una buena forma de olvidar a Marinette y teniendo buena compañía.
-¿No te tomarás a mal lo que sucedió entre nosotros anoche por la diferencia de edad? - Necesitaba saber eso con desesperación.
- Ha sido la mejor noche de mi vida, no me importa si eres unos años menor que yo. Eres lo mejor que me ha ocurrido durante esa noche, eres un amante estupendo - Brigette habló con sinceridad.
-¿Qué le pudo haber ocurrido a una dama cómo usted para estar tan desanimada? - Estaba en serio preocupado.
- Mi ex novio fue a reclame en el restaurante donde trabajaba como mesera y por eso me despidieron. Una chica llamada Juleka me acogió en su casa, pero tengo que trabajar ya que me siento como un estorbo. Pedí trabajo en el bar y no me lo dieron. No es la primera vez que me rechazan al pedir empleo- Explicó con tristeza al recordar todo.
-¿Cómo un hombre pudo haber rechazado a una mujer cómo tú? - Aquello no le parecía tener sentido al joven.
- En realidad yo no lo culpó. Me descubrió besando a una mujer y se molestó - Declaró sin dejar de mirarle a los ojos.
Pará este punto Tian se decepcionó y pensó que la mujer no aceptaría tener nada con él. El creía que todo había pasado por unos tragos de más.
- ¿Eres lesbiana? - Preguntó con pesar.
Ella lo besó nuevamente al notar su pesar porque ella lo fuera.
- Despreocupate soy bisexual. Sino me atraerás ni un poco ni siquiera seguiría aquí contigo - Le admitió logrando que se sintiera mejor.
-¿Tú pareces querer olvidar a una chica importante para ti? - Le empezó a decir.
Tal cómo ella se había abierto a él esperaba que él hiciera lo mismo. Al haber obtenido confianza de parte de ella Tía meditaba lo que iba a decirle sobre la chica de sus sueños.
A pesar de ser extraños se tenían bastante confianza el uno al otro así que le comenzó a platicar sobre su chrush con Marinette, lo que le hacía sentir, como había terminado con su anterior novio y él había estado bastante feliz por eso y cómo tenía el corazón roto desde el día anterior por la noticia de que ahora era novia del famoso modelo Adrien Agreste con el cual no iba a tener ninguna posibilidad a pesar de tener casi el mismo estatus social.
Tian Zhu no era un chico multimillonario como el joven Agreste, pero tenía una posición media alta en la sociedad aparte de poder codearse con los miembros de la alta sociedad.
La mujer lo escuchó atentamente y con una ternura que jamás pensó que sintiera por un desconocido. Le hizo sentir mejor cuando le dijo que después de tantas aventuras estaba empezando a experimentar el primer amor del cual se iba a acordar toda la vida. Al terminar de escucharla hablar creyó que hablaba con alguien superior a él en todos los aspectos de la vida.
Luego de platicar un poco más sobre sus vidas ambos llegaron a convertirse en grandes amigos que sentían una atracción que no se iba del otro. Se fumaron otro cigarro y empezaron el tema más complicado que debían tener en cuenta y era el de sus sentimientos.
Ambos sabían que moralmente estaba mal, si estuvieran en su país natal su familia no lo aceptaría para nada y que quizá si fueran unas personas más moralistas dejarían de verse.
Los dos sentían la necesidad de seguir visitandose por lo cual acordaron que algunas noche se visitarian para poder pasarla juntos disfrutando de la compañía del otro, hablar de sus problemas y divertirse.
Cuando terminaron su acuerdo ambos se estaban empezando a vestir hasta que se arrepintieron y decidieron quedarse durante unas horas más. La cuenta iba a ser más alta de lo que imaginaron y no parecía importarles.
Brigette regresaría al barco Coufdaine en la tarde y para que no sospechar an les dijo que había conseguido un nuevo trabajo como camarera algo lo cual era falso.
En cuanto a Tian a pesar de que ya no sentía tan mal por la nueva relación no tenía ganas de estar en la escuela ese día por lo que decidió no asistir a la clase y ya después le preguntaría a Philipe lo que había sucedido. No tenía idea de cómo estaban de ánimo sus amigos por lo que les preguntaría más tarde.
En estos momentos se encontraba en su casa descansando por la migraña, bañándose y cambiándose para que nadie notara el olor a mujer, alcohol y cigarro que desprendía de él. Cuando se acostó para dormir sonrió pensando que no había sido una mala noche cómo él creía. Con esto quedaba confirmado que algo malo se podía convertir en algo maravilloso si uno se deba la oportunidad de verlo de otro modo.

Amor en París Donde viven las historias. Descúbrelo ahora