Primer día de terapia

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No había hombre más testarudo que Gabriel Agreste o eso pensaba Esmee ya que después de casi dos meses en los que le había pedido que hablara con alguien sobre ese tema finalmente había conseguido que él hablara del tema con ella por lo menos en un día de terapia.
Ocuparían el tiempo libre de ambos en su oficina ocupando ella su escritorio y su jefe un sillón en donde poder relajarse y poder empezar a hablar del tema.
Él principio de la conversación fue realmente interesante porque no parecía soltar nada importante contándole solamente datos que podría encontrar en Internet más algunos detalles extra bastante banales sin importancia para él, pero de extremo valor para Esmee.
Lo principal que todo el mundo sabía es que el señor Agreste era alemán y que siempre había sido de clase alta. Era hijo del segundo matrimonio de ambos padres siendo hijo de Franz Agreste y de Adelaide Adler viuda de Richter, tenía dos hermanos varones mayores por ambas partes de su familia llamados Alphonse Richter y Rodolphe Agreste aparte de Hildegard Muller Agreste que era hija de su padre con una actriz antes de su matrimonio y Viktoria Brouer Agreste que era hija de su padre con una estilista.
Su familia era próspera siendo su padre un banquero y la familia de su madre eran unos abogados prestigiosos por lo que nunca le faltó de nada. Esos fueron los datos más importantes que cualquiera podría conseguir fácilmente si lo investigarán en las redes sociales.
Luego de un rato hablando finalmente se abrió y contó un poco más sobre su vida familiar y su comportamiento algo que ella esperaba desde que inició la sesión de terapia.
Le contó que su madre seguía enamorada de su primer esposo y si se había casado con su padre era porque la habían obligado sus familiares por lo que Alphonse sería siempre su hijo preferido al parecerse a su padre y considerándolo a él un accidente en su matrimonio y en cuanto a su padre por lo que había escuchado por parte de la servidumbre había estado enamorado de una actriz sin futuro, pero que nunca podrían casarse al no pertenecer a su estatus social por lo cual la dejó y la pobre chica se suicidó algo lo cual era el único lamento que tenía en su vida.
La única razón por la cual se había casado con la madre de Rodolphe era porque no le amaba y porque no le importaría que fuera infiel siempre y cuando la mantuviera bien por lo que no lamento su muerte y si se había casado con su madre era porque ya estaban circulando los escándalos de sus dos hijas ilegítimas por todo Berlín.
Fue un matrimonio infeliz y desgraciado en el cual lo único que tuvieron en común fue en el hecho de verlo como algo que no debió pasar, de no amarse viviendo de apariencias y en el hecho de que amaban a sus primeros hijos más que a él siendo cuidado por las diferentes niñeras de su familia.
Ninguno de los dos soportaba verlo muy seguido por lo que cuando tuvo edad suficiente había sido enviado a escuelas internado siendo una época bastante cómoda, agradable y feliz. Primero había acudido a una escuela internado mixto en Londres en donde conoció a André Bourgeois del cual se hizo amigo con el cual aprendió a manejar mejor el francés aparte de que pasaba las vacaciones en París quedándose encantado con la ciudad y uno año antes de que fuera a ingresar al LeRosey para la preparatoria conocieron a las gemelas Amelie y Emilie de Vanily una de las familias inglesas más ricas.
Esmee le pidió que describiera cómo sintió conocer a su esposa y cuñada algo lo cual le dijo que en ese momento ambos tenían dieciséis años y ellas tenían doce por lo que no la veía de forma romántica aparte de estar saliendo con una chica en ese momento de la cual no recordaba su nombre, pero que considero a Emilie una chica alegre y sensata mientras que su hermana era alegre y distraída que rara vez veía algo más aparte de ella misma.
Su época en el LeRosey estuvo con su amigo André además de la madre de Kagami y Audrey Benson unas amistades que aún mantenían hasta ahora a pesar de que ya no se vieran tan seguido.
Algo divertido es que había sido un casanova. Ella pensaba que busca en sus novias el amor que nunca había tenido en su casa y que si se había quedado en París fue porque fue el primer lugar donde se había sentido querido por parte de los padres de André Bourgeois.
Él no ser criado por sus padres lo había hecho una persona que no tenía mucho afecto por parte de sus padres y que le costaba expresar sus sentimientos a los demás al no querer parecer débil ante nadie. Otro dato importante era el hecho de que los empleados encargaban de que no llorara cuando estaba en su casa para que sus padres no los despidieran haciendo de él un chico malcriado.
En sus años de juventud el podría haber sido el más atractivo y poseer una fortuna ya considerable sin haber empezado su carrera, pero casi no le duraban las novias debido a su pésima actitud ya sea con ellas o con las personas que le rodeaban.
Era bueno que se estuviera abriendo alguien ya que sin darse cuenta estaba liberando viejas heridas que nunca había considerado sanar o que no considerada importantes para poder estar en paz consigo mismo incluso le confesó que en su adolescencia había tenido problemas con el alcohol, fumo y consumió drogas algo que no le había dicho a nadie ni siquiera a su esposa o hijo porque no quería que pensaran mal de él.
Lo más sorprendente de esa conversación fue que ella le había dicho que lo entendía, que se sentía vacío y que había intentado llenar ese vacío de la forma equivocada por lo que no lo juzgaba por cosas pasadas.
Era la primera sesión de terapia y Gabriel Agreste sentía que se estaba liberando de pesos que tenía encima desde hace muchos años por lo que acordaron que volvería a tener una sesión de terapia el próximo mes, pero por el momento el torturado hombre comenzaba a sentirse en paz consigo mismo y a empezar a creer que Dios lo perdonaría por sus pecados.

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