Zoe Lee

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La hijastra del alcalde de París no era una persona afortunada como lo pensarían las demás personas. Sus padres para comenzar eran el vivo ejemplo de las personas que se habían casado solamente por estar deslumbrados con la belleza física del otro sin detenerse a pensar si eran compatibles o no dando como resultado una unión bastante corta y con malos términos de la cual se sentían bastante arrepentidos y más aún cuando habían tenido una hija que sería el recordatorio permanente del error de juventud. Habiendo abandonado a su esposo y a su hija una vez divorciados se había marchado a Francia donde se había asentado con su famosa revista y con una nueva pareja de la cual le habían dado de hermana a Chloe además de casarse al año siguiente y seguir juntos algo que la impresionaba. Zoe tenía la sospecha de que el éxito del segundo matrimonio de su madre había durado hasta ahora debido al poco tiempo que le dedicaba estando más en Nueva York.
Cualquiera pensaría que la madre de Zoe y Chloe al estar más cerca de su hija mayor la visitaría por lo menos para saber si estaba bien, pero ese no había sido el caso. Su padre se había vuelto a casar por lo que le había dado la custodia a su ex esposa desentendiendose de su propia hija excepto a la hora de pasarle manutención y su madre en respuesta había terminado de desentenderse de ella enviándola a escuelas internado de Nueva York.
No importaba que la escuela fuera prestigiosa o con gente influyente porque la estancia de Zoe había sido completamente infeliz durante todos esos años de internado. Era maltratada, se burlaban de ella y constantemente le hacían bromas pesadas como pegarle con papeles o incluso ponerle cucarachas en su casillero.
Soporto como una mártir todo lo que pudo hasta que llegó el momento en donde no aguanto más y se marchó a Francia para poder estar con su madre, hermana y padrastro aparte de que quizá pudiera tener una amiga estando en otro país y sin personas que conocieran lo que pasaba a diario.
Tuvo de que al llegar a París conoció a Marinette Dupain- Cheng hija de los mejores panaderos de la ciudad y con la que se llevó bien desde el principio aunque le pareciera demasiado torpe e ingenua. Lamentablemente no se sintió del mismo modo cuando llegó al hotel de su padrastro donde su madre la había tratado con la frialdad de siempre y ni siquiera parecía recordar cuál era su nombre.
No había tenido expectativas muy altas con su madre, pero con su hermana había esperado tener por lo menos una relación cordial hasta llegar a llevarse mejor sintiendo mucha desilusión cuando ella se comportaba la mayor parte del tiempo como su madre debido a que trataba de imitarla haciendo que se portara mal con todas las personas excepto con Adrien y con Sabrina cuando nadie miraba ya que incluso a su padre lo trataba como su madre. Tenía que admitir que André Bourgeois amaba mucho a su madre, le gustaba mantener las apariencias o tenía la paciencia de un santo para aguantarlas y amarlas como lo hacía.
Su vida era buena porque a pesar de los conflictos que tenía sobre comportarse como su familia y obtener su aprobación o ser como era y tener a casi todo el salón de amigos tomando como decisión la segunda opción. No fue una una decisión sencilla porque ahora no tenía el apoyo de su madre o hermana y solamente tenía en ese hotel a André Bourgeois que la trataba mucho mejor que su propio padre además de tener en común sueños no cumplidos en su vida.
Su vida actualmente era mucho mejor que cuando vivía en Nueva York ya que nadie le hacía bullying excepto Chloe cuando le decía indirectas de vez en cuando además de que últimamente había decidido ignorarla por estar con sus nuevos amigos.
Ella estaba mejor, pero no estaba completamente satisfecha porque a pesar de que tuviera amigas ella no tenía ninguna mejor amiga a la cual recurrir y se sentía completamente sola debido a que todos tenían a alguien incluso su hermana algo lo cual la hacía sentirse muy triste.
Una peor noticia que había que sumarle es que se había enamorado de Nathaniel algo lo cual era un amor imposible debido a que este mantenía una relación con Marc y parecía muy feliz de estar con él aparte de que habían formalizado ya su relación. Era bastante triste y lo peor era que ellos solamente eran amigos que se sentaban en la misma mesa.
Sin embargo, las cosas podían cambiar y Nathaniel podría fijarse en ella cuando le pidió que la próxima semana fuera a la casa de sus padres como su "novia" debido a que no aceptarían su relación si supieran de quien se trataba.
=Recuerdo=
A la mañana siguiente luego de haber pasado la mejor tarde su vida en compañía de la familia Anciel había contemplado la posibilidad de ser valiente y decirle a sus padres la verdad hasta que ellos le recordaron entusiasmados que esperaban a Zoe la próxima semana para comer haciendo que se arrepintiera de su plan de decir la verdad.
Ese fue el motivo por el cual había ido al hotel a buscarla para poder hablar en privado en su habitación. En esa habitación que no era tan lujosa como la de Chloe su amor secreto empezó a hablar suplicando su ayuda.
- Siento tanta vergüenza por pedirte semejante favor Zoe, pero creeme que sino lo considerada necesario no hubiera medido - Dijo con una voz apenas audible.
Su cara se había agachado y se podía apreciar que se había puesto rojo de vergüenza.
- ¿De qué se trata? - Dijo Zoe con curiosidad.
-Necesito que por favor seas mi novia solamente por una noche para cenar con mis padres y ya después no te volveré a molestar - Dijo tan rápido que se sorprendió de haber entendido todo.
Zoe no entendía porque le pedía ese favor, aunque quizá fuera por el hecho de que no se sintiera convencido de su inclinación y quisiera probar con ella y si ese fuera el caso entonces se esforzaria por enamorarlo hasta que solamente la quisiera a ella.
- Si mis padres descubren que salgo con Marc me armarán un escándalo así que necesito que por favor me ayudes - Explico con voz suplicante.
Hubo cierta decepción cuando lo miró a los ojos porque ya había entendido sus verdaderas razones para pedirle ese favor. Ocultó su frustración lo mejor que pudo para acercarse a él y mirarlo a los ojos. Estando cerca simplemente recordó que lo amaba y que haría lo que fuera por verlo feliz así que simplemente asintió con un nudo en la garganta y le dio un suave beso en los labios que no fue correspondido antes de decirle que le avisará cuando tenía que ir a su casa aparte de cuando practicarán la historia de su romance.
Cuando se aseguró de que él se fue completamente tranquilo por conseguir que ella le dijera que si empezó a llorar por no ser amada por el chico que le gustaba, pero se dispuso a disfrutar de ese único día todo lo que pudiera.
=Fin del recuerdo=
Ahora estaba en su cama sin poder dormir esperando la próxima semana para poder conocer a sus "suegros" pensando si hacía bien o mal al ayudarlo y a la vez aprovecharse de la situación.

Amor en París Donde viven las historias. Descúbrelo ahora