Brigette se encontraba en esos momentos llorando en la habitación de su departamento desconsolada mientras sostenía el test de embarazo con las rayas indicando positivo en sus manos.
Era demasiado triste su vida en este momento tanto a nivel económico como a nivel sentimental. Y desafortunadamente ella era la mala del cuento.
La relación en la que se encontraba había tres involucrados y no dos cómo suele ser normalmente. Desgraciadamente ella era la amante y cómo la mayoría de los casos ella fue la única que salió perdiendo.
Justo en el momento cuando Brigette se lo había comentado a su amante muy feliz pensando que sentiría lo mismo se dio cuenta que él lo consideraba el peor error de la vida dejándola esa misma tarde debido a que la consideraba una distracción y no pensaba dejar a su esposa e hijo por ella algo lo cual muy estúpidamente había pensado.
Cualquiera que la hubiera conocido hubiera pensado que ella sólo lo quería por todo lo que le daba y la comodidad de solamente estar en el departamento esperándolo para poder disfrutar de su compañía antes de que tuviera que regresar con su familia legítima. Pero lo cierto es que ella se enamoró de él, o mejor dicho ella terminaba enamorada de todas las parejas de su vida hubieran sido buenas o malas personas con ella.
No importaba que solamente la quisieran para pasar el rato... Sólo necesita sentirse amada, necesitaba no sentirse sola.
Tampoco ayudaba el hecho que ella no hubiera sido una persona sensata y hubiera ahorrado dinero en caso de que algo saliera mal pensando que su vida seguiría igual de estable.
El asunto era triste siendo una mujer abandonada por su amante y lo fue aún más cuando de algún modo su esposa se entero de ella y vino a reclamarle en el edificio por la aventura con su esposo y que era una destroza hogares, entre otros insultos más. Así que sí antes la veían de malas maneras por estar con un hombre solamente a ratos ahora la veían aún peor al saber exactamente que ella era una amante.
La situación además de triste se volvió irónica cuando vino a reclamarle el hijo de su amante a su puerta que resultó ser Tian, su antiguo amante. Al principio ambos estaban impresionados, después se habían gritado para luego acabar en la cama y terminar definitivamente su relación.
Y ahora... Estaba completamente abandonada por aquél hombre que al parecer se había reconciliado hasta cierto punto con su esposa y se marchaban a Shangai nuevamente para comenzar de cero.
Mientras ella... Se encontraba en ese momento embarazada, abandonada y sin ninguna especie de apoyo por parte de nadie.
Se sentía terrible, pero no podía continuar así.
Normalmente cuando se sentía mal ella iba al bar a olvidarse las penas con algún chico y algo de alcohol, pero ahora lo que haría sería ir solamente a estar con algún chico mientras pudiera debido a que dentro de algunos meses sería imposible y puede que tuviera que pasar algún tiempo antes de volver a estar con otro hombre.
Al entrar al bar no pidió nada de beber algo que pareció sumamente extraño para todos los que la conocían. En estos momentos se encontraba deprimida y sin mucho dinero así que tendría que buscar un trabajo y no podría ser el de camarera al no contar con buenas referencias debido al incidente anterior.
Se sintió bastante extraña al estar en un lugar en donde conocía casi a todos y ninguno de ellos le parecía interesante en esos momentos para no pensar en sus problemas.
- Brigette que bueno verte por aquí - Comentó Noah.
Ella asintió a modo de saludo.
Sabía de buena fuente que él la deseaba y que daría lo que fuera por estar aunque sea una noche a su lado, pero simplemente nunca había considerado la idea de estar con él.
- ¿Te encuentras bien? - Preguntó algo preocupado.
- Terminé con mi novio - No explicó más detalles.
Él chico solamente sonrió pensando que ahora podría estar con ella. Después de unos minutos que parecieron horas le acarició el rostro y al ver que no lo rechazaba le dio un apasionado beso en los labios.
"Te deseo Brigette"
Fueron las únicas palabras que dijo antes de que ella le diera su concentimiento para ir a alguna habitación del bar para pasar el rato divirtiéndose.
Estar con él era extraño, pero le había gustado. Excepto el momento cuando la dejó en la habitación luego de haberse entretenido y pagado la cuenta. Brigette era experta en hombres para saber que nunca más volvería a hablarle... Los hombres veían belleza y placer en ella... y eso era lo que les daba... Eso era lo que mejor sabía hacer.
La próxima vez que volvió a dormir con un hombre lo había hecho exigiendo pagó algo lo cual obtuvo.
No era el mejor trabajo según para personas descentes, pero ella estaba disfrutando bastante antes de no poder hacerlo más porque de lo único que estaba convencida es que tendría al bebé cómo un recuerdo de esa relación que había mantenido con ambos hombres.
Brigette no era una completa tonta por lo que después de haber estado en el bar satisfaciendo a numerosos hombres o mujeres buscaba empleos para dentro de un tiempo cuando su vientre se notará.
Lo cierto es que no había mucho empleo para personas como ella y justo cuando estaba a punto de cumplir unos cuatro meses y sin esperanzas consiguió un trabajo en la mejor panadería de París de la cual eran propietarios los Dupain-Cheng... Eso había sido una bendición y un alivio.
Después de tantas malas decisiones en su vida por fin sentía que hacía las cosas bien no solamente para ella sino también para su hijo o hija por llegar al mundo... Ella no había sido la mejor persona, pero se aseguraría de que su bebé fuera mejor qué ella.

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Amor en París
Fiksi PenggemarEn esta historia se van a contar las historias de amor de los personajes más importantes de la serie de Miraculous las aventuras de Ladybug y Chat Noir. La mayoría de los personajes son propiedad de Thomas Astruc, pero algunos son de mi invención. S...