Existía una delgada línea muy fina entre soportar a Jade en un día malo y aguantar a Brent en su cercanía al Celo. Realmente el segundo era un dolor de huevos insoportable, incluso ya comenzaba a perseguirme como un maldito gato en todas las direcciones. No me tocaba, no me llamaba, no me rozaba, rara vez hablaba alguna palabra o frase corta... Simplemente me quería tener a la vista, analizando cada movimiento, para luego jugar con mi paciencia. Que era muy poca, así que mis insultos y empujones para quitármelo lejos de mi camino eran constantes.
Ni le importó, así que tiraba de mi otro lobo para que lo mantuviera alejado.
No sirvió. Al rato, el ojiverde notó lo que yo no estaba dispuesto a escuchar: Era el preludio, el aviso de que tendría un maldito dos por uno; aunque eso lo hubiera sabido si no le hubiera espetado al moreno que cerrara la boca, que no estaba de humor para soportar gilipolleces lobunas.
Un error que tuve que lidiar al final.
En la mañana del 23 de diciembre, Jade, ya comenzaba a sentirse ansioso con los primeros rayos del sol, pero aún no iniciaba su Celo. Así que supuse, en el mismo instante que me arrancó de los brazos de Brent con bastante brusquedad, algo importante a tener en cuenta: Estaba en su límite. Me estaba avisando de antemano que en cualquier momento dejaría de ser más o menos formal y humano.
La follada de la mañana, en la ducha, me lo dejó más que claro cuando se corrió cuatro veces y me dejó los deltoides llenos de marcas rojas hechas por sus dientes. Sus feromonas me volvieron idiota, su sudor se asemejó a la miel de los panales de abeja y su excesivo comportamiento para tocarme y olerme no me importó durante todo el proceso que estuvimos dentro. Aunque también hubo un momento crítico en mitad del polvo: Brent quiso unirse y le mandé a la mierda en un grito, recordándole que hasta que no llegara su Celo no metería nada. ¿El resultado? Lo ignoró entre gruñidos, entrando completamente desnudo y Jade lo echó con un ladrido; también yo tirándole la pastilla de jabón a la cabeza.
Huyó y no se acercó durante las primeras horas, porque volvió a transformarse en un vigía que me observaba desde cualquier distancia. El sofá, la silla, desde la puerta, arriba o abajo de las escaleras... Era inquietante. Ni Jade consiguió ponerme tan nervioso las primeras veces que nos vimos, y me capturó a su ritmo sin perder su toque sofisticado y audaz.
En la tarde Jade fue a comprarme un teléfono, dejándome el muy traidor con Brent. Podía verlo perseguirme por toda la casa mientras limpiaba los cristales, fregaba, pasaba la escoba, ordenaba las botellas de alcohol para no tener que verlo a la cara, pasar el trapo contra el polvo —dos veces a propósito—, tender la ropa....
—¡Brent, joder, deja de seguirme! —le grité, poniendo la última pinza en la sábana. Ni respondió, así que proseguí—: ¿Qué cojones quieres? Me estás poniendo de los nervios, porque en lugar de un lobo parece una cría de pato.
Su respuesta fue gruñirme. No era un sonido de enfado sino de advertencia, el mismo sonido que me lanzó cuando le toqué el sacro cuando bailamos en casa.
—Soy un lobo.
—Eres un maldito pato —le espeté, dándole un manotazo cuando intentó agarrarme del brazo cuando pasé por su lado—. No me toques los huevos, Brent, o te meteré la escoba por ese pozo peludo que tienes.
Nuevamente un gruñido, y ese sí era de enfado.
Simplemente lo ignoré y seguí con lo mío, volviendo a ser perseguido; el problema se agravó cuando también lo hacía en el mismo instante que decidí salir a dar un paseo por el pueblo. Daba igual que los lobos jóvenes de la fiesta le saludaran y él respondiera con un cabeceo brusco de cabeza, ellos ya parecían saber lo que ocurría menos yo. Se reían entre ellos, se codeaban sin dejar de observar la escena y yo sólo fumaba, además de gruñir, porque esto era una mierda.
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𝕷 y k a n [También en Inkitt]
Lobisomem[Libro 0.5] [Independiente] Everett Oak, un escéptico empedernido, considera la existencia de los hombres lobo como un mito absurdo, algo en lo que solo creen los más chiflados. Ni siquiera la asignatura universitaria dedicada al tema logra convence...