Capítulo 1

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Willow

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Willow.

—El nuevo baile fue un éxito anoche—expresó Amber demasiado emocionada.

Bueno, nadie podía culparla. La noche de ayer en el club fue una de las mejores, tuvimos más ganancias de las que creíamos o teníamos normalmente. No entendíamos cómo sucedió eso, pero no nos quejábamos para nada.

—Especialmente para ti, ese extraño, pero adinerado cliente que dejo una buena cantidad en tu recaudación fue sorprendente—comentó Rosalie con entusiasmo.

Asentí apoyando lo que mi pequeña castaña había dicho. No supimos quién dentro de todo el público porque nunca nos encargamos de recoger el dinero, pero un tipo con bastante dinero dejo una buena suma de billetes para Amber.

Gracias a eso ella pudo terminar de pagar lo que le quedaba de su contrato para quedarse con el departamento en el que estaba viviendo hasta el momento. No era extraño recibir buenas cantidades de dinero, pero la suma que le dejo ese tipo fue desmesurada.

—¿Y si resulta ser un viejo de 78 años?

—No hay nada de malo, nunca interactuamos de más con el público como en otros lugares, está en nuestro contrato—respondió mostrando una suave sonrisa.

—A menos que si nosotras queremos—contraataco Rosalie.

Eso era cierto, pero nunca sucedía, bueno, en la mayoría de las noches no ocurría nada por ese estilo con nosotras tres. En muy pocas ocasiones tuvimos el interés de querer tener un encuentro corto con alguno de los espectadores.

—Como sea, la noche de ayer fue increíble gracias a Willow—Amber cambio de tema rápidamente.

Ladeé una sonrisa. Realmente no fue nada lo que hice, ni con mucho esfuerzo, las clases de danza que tomé cuando era pequeña ahora eran de mucha ayuda, era de las pocas cosas que podía agradecer de mi niñez.

—Leo estaba encantado con la noche de ayer.

Leo era nuestro jefe, el dueño del lugar. Era el mejor jefe que teníamos, siempre se preocupaba por nuestra seguridad en el club, en ocasiones varios tipos degenerados se sobrepasaban y él con los guardias del lugar se encargaban de eso.

Dentro del lugar había unas reglas muy importantes.

1. No se permitían los móviles.

2. No tocar a las bailarinas.

3. Nada de insultos, groserías o palabras que nos puedan ofender.

De esa forma se aseguraban de nuestro bienestar y seguridad. Aunque siempre utilizáramos mascaras para encubrir nuestra identidad, la prohibición de cualquier aparato que pudiera tomar fotografías era un plus. Así teníamos la oportunidad de que no se hicieran públicos nuestros rostros.

Insaciable © [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora