Willow.
Llevé el tenedor con un pedazo de tarta de calabaza a mi boca, intentando tragarme los nervios junto al delicioso manjar.
No comprendía mucho el porqué estaba algo nerviosa, sin embargo los nervios estaban ahí.
«¿Por qué estamos aquí?».
Ya llevábamos unos cuantos minutos en Barney's, y hasta el momento cada uno pidió algo para almorzar. La aparición inesperada de Jonas fue rara, desde que comencé todo con Clifford apenas y había pensado en él.
—¿Me dirás para qué me has traído hasta aquí?—cuestioné, tragando lo que tenía en la boca—. No creo que haya sido por la oferta de tarta de calabaza.
Jonas sonrió levemente por mis palabras.
—Hace mucho que no estamos a solas y ya no nos vemos.
Fruncí las cejas.
—Nos vemos en la universidad.
Jonas liberó un fuerte suspiro, negando con la cabeza.
—Sabes que no me refiero a eso, te alejaste de mí, Willow—emitió—. Ya ni siquiera nos encerramos en algún baño para besarnos, nada. Desde que comenzaron las clases.
—Lo que yo recuerdo fue que dijiste algo que no debías, Jonas. Y luego me besaste cuando dije que no quería.
Su mano cayó con fuerza sobre la mesa.
—Pero creí que ya habías superado eso, Willow. No fue algo tan grave como para que decidieras alejarme de esa forma.
Mi mano que estaba por llevar otro pedazo de tarta a mi boca se detuvo a mitad de camino. Alcé las cejas sin poder creer lo que acababa de decir.
«Y yo que sentí pena por dejarlo sin explicaciones».
—Bien, esto va a ser más fácil—mencioné, dejando el cubierto a un lado.
—¿De qué hablas?
No estaba segura de cómo comenzar a decirle que ya no quería tener ese tipo de relación que manteníamos, al menos yo ya sabía que no volveríamos a nada de lo que tuvimos antes, pero él no, así que debía ser lo más considerada y suave posible.
Asentí a mis pensamientos internos y luego liberé un suspiro, enfoqué la mirada en Jonas para así sonreírle suavemente.
—Jonas, el tipo de relación que teníamos ya no existe más.
Muy diferente a mis planes, solté la información abruptamente, consiguiendo que por unos cuantos segundos él se mantuviera en silencio.
—¿Quieres que dejemos de vernos?—la perplejidad se hizo notable en su voz.
Confirmé con la cabeza, muy tranquila.
—Sexualmente, ya sabes, simplemente amigos.
Él movió la cabeza, lo que estaba diciendo pareció confundirlo más de lo que ya estaba.
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Insaciable © [+21]
RomanceUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...