Willow.
Después de las repentinas palabras de Jonas, no supe qué decir.
Mi cerebro tardó un poco en procesar lo dicho por él debido al shock que me provocó. No podía ser posible que acabara de escuchar eso por parte de él.
«¿O sí?».
No, eso era imposible.
Siempre fuimos cuidadosos con Clifford al respecto de anda en público. O al menos eso creí, siempre procuré que ninguno de los dos fuera descuidado con nuestras actitudes frente a los demás.
«¿Cómo es posible que Jonas lo sepa?».
La única manera que se me ocurrió de que lo supiera es gracias a Heather. Sin embargo, mi instinto me dijo que ella no era tan estúpida para hacer eso.
Respiré profundamente.
—¿De qué... De qué demonios hablas, Jonas?—balbuceé, tratando de disimular—. ¿Estás escuchando lo que insinúas?
—No es necesario que disimules, ni trates de ocultarlo—espetó, cortante—. Lo sé todo.
—No sé de qué hablas.
Debía mantener mi postura hasta que él decidiera revelar cómo es que lo sabía.
—Willow, te he visto bajar de su auto en la entrada del club. No mientas.
Di unos pasos atrás, tambaleándome de la sorpresa. Jamás esperé que Jonas me suelte tal tipo de palabras. O tal vez sí, pero no creí que sucedería justo en un momento como este.
«¿Cómo es que lo sabe?».
Llevé una mano a mi garganta, sintiendo como si esta se cerraba.
—Jonas... Debes haberte equivocado—mantuve mi mentira.
—¿En serio?—masculló—. Te he visto bajar del auto del profesor Wells, ¿y lo único que tienes para decir es eso?
—Es porque estás equivocado.
Me moví para volver a estar cerca de la puerta, manteniendo un tono de voz neutro.
—¡Willow! He visto con mis propios ojos como te bajabas de su auto. No trates de mentirme o hacerme confundir.
Solté un pesado suspiro, rindiéndome.
—¿Si ya lo sabes para qué preguntas?, ¿por qué quieres hacerte ese tipo de daño?
—¡¿Y lo dices de esa manera?!—bramó, consiguiendo que alejará el móvil de mi oreja por unos segundos—. ¡Al menos ten la decencia de explicarme!
—No tengo que explicarte nada, Jonas.
—¿No?
La indignación estuvo presente en esa pregunta. Yo ya no quería ocultarlo más, no tenía caso alguno continuar con la farsa cuando él había dicho explícitamente que me vio junto a Clifford. Y siendo sincera, eso ya no me importaba.
No teniendo a Clifford en una camilla de hospital.
—No, Jonas. Hace tiempo dejamos de ser algo.
—Merezco una maldita explicación, Willow.
Cuando estaba por responderle a Jonas, me percaté de un movimiento leve por parte de Clifford.
—Willow.
Mi cuerpo se paralizó al notar cómo los dedos de su mano izquierda se movieron.
—¡Willow!
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Insaciable © [+21]
Storie d'amoreUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...