Willow.
—Vamos, se te hará tarde.
Rose comenzó a empujarme directamente a la puerta, cuando ni siquiera había terminado de ponerme la chaqueta. Ella parecía estar más emocionada que yo respecto a la cita.
Me reí con tan solo ese pensamiento.
—Tranquila, llegaré con tiempo—acomodé mi cabello—. Compraré comida para los dos, no se puede hacer nada con el estomago vacío.
—Y después de un cargado ejercicio da hambre, es una excelente opción.
Amber le dio un suave golpe a Rose en la cabeza, rodando los ojos.
—Deja de pensar en sexo, tu niña promiscua—ella se acercó a mí después de regañarla—. Ten cuidado cuando vayas y no olvides usar condón.
—Amber, suenas como una madre.
Ante el comentario de Rose la expresión de mi rostro cambió por unos segundos.
—No te preocupes, la asesinaré antes de marcharme.
—¿La cita con tu jefe?
—No busques que te asesine antes de llegar abrir el preservativo—amenazó, guiándome a la puerta.
—Ya me voy, no ensucien mi apartamento—me despedí tomando el bolso con mis cosas.
Le di un beso a cada una mientras ignoré los pedidos de auxilio por parte de Rose y salí del lugar con toda la emoción de volver a encontrarme con Clifford. Tal vez estábamos viéndonos muy seguido para nuestra buena suerte, pero desde que lo vi tenía muchas ganas de tener su cuerpo encima de mí, no desperdiciaría ninguna oportunidad.
...
—¿Dónde demonios está?—murmuré, moviendo mis pies.
Inspeccioné alrededor, viendo ya que las personas en el centro comercial, específicamente en el patio de comidas, se estaban yendo de a poco. Eso solo hizo que mi ansiedad y angustia aumentaran dentro de mí.
Realmente no quería admitir lo que llevaba rondando por mi mente desde hacía ya tiempo.
«Pero eso es más difícil viendo cómo todos se van».
Habían pasado exactamente dos horas desde que llegué al centro comercial, dos horas en las que no tuve ninguna noticia respecto a Clifford.
Los primeros diez minutos me dije que no era nada, tal vez se retraso con algo del trabajo, por lo que decidí hacer tiempo mientras compraba algo de comer para los dos, luego me fui a sentar a esperarlo.
A la media hora de su ausencia le envié varios mensajes, más no tuve respuesta de su parte.
Una hora pasó, los nervios comenzaron a carcomerme por dentro, los pensamientos negativos de que posiblemente me plantó se hicieron presentes en mi mente, no obstante, los desplacé a un espacio apartado diciéndome que pronto llegaría.
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Insaciable © [+21]
RomanceUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...