Capítulo 43

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Advertencia: Escenas con contenido +18. Leer bajo su propia responsabilidad.

Clifford.

Negué con diversión al ver a la pelirroja.

O mejor dicho oírla.

Faltaban tan solo unos 10 minutos para llegar a destino de nuestro viaje que duró prácticamente 2 horas, y ella continuaba cantando con la misma intensidad con la cual comenzó el recorrido.

Hubo un momento de descanso, pero eso solo fue durante 5 minutos en los cuales se encargó de preparar su otra playlist donde tenía, según ella, las mejores canciones que podría escuchar durante un viaje en carretera.

Así que ahí estaba, cantando una de sus últimas canciones favoritas.

—¡Canta conmigo!—exclamó.

¡In my dreams you're with me!—su entusiasmo se escuchó en cada palabra—. ¡We'll be everything i want us to be!

Por más que me pidió cantar con ella, prefería verla. Willow cantando despreocupadamente se volvió una las escenas favoritas en mi día a día.

«Siempre se ve tan hermosa cantando».

En una de sus manos traía una botella de agua que compramos en el camino, y desde ese momento la ha estado utilizando como si fuera un micrófono.

¡And from there, who knows?!¡Maybe this will be the night that we kiss for the first time!—de forma dramática se echó contra el asiento del auto—. ¡Or is that just me and my imagination?!

Justo cuando terminó de cantar esas frases, decidí que ya fue mucho karaoke por el momento, por lo que le puse pausa a la música.

Claramente esto ocasionó una ola de protesta por parte de la pelirroja.

—¡Oye!—su voz salió rasposa por lo seca que se encontraba su garganta, por lo que procedió a beber del agua. Ya al acabar, volvió a protestar—. ¿Por qué has pausado la música? Aún no termino de cantarla.

—Te dañaras la garganta si continúas cantando. Además, ya estamos llegando.

—Esta bien.

Fue notorio saber que la idea de no poder terminar la canción la entristeció, sin embargo no comentó más de la situación y prefirió beber un poco de agua.

—Se supone que tienes auto, ¿por qué me usas de chofer?—pregunté sin quitar la vista del camino.

A pesar de tener el gps indicándome por dónde debía ir, también me aseguraba de que Evan no estuviera yendo por algún lugar equivocado.

—Es más cómodo ir de copiloto, y especialmente me gusta mucho verte conducir.

—¿Si?

—La masculinidad que desprendes al conducir me enloquece, debo ser sincera—solté una fuerte carcajada—. Cuando manejas el volante con una sola mano—de reojo pude ver como alborotó su cabello—, es muy excitante.

—No quiero pensar en lo que has imaginado en esa cabecita tuya.

—Tú te lo pierdes.

Coloqué una mano en su rodilla como habitualmente hacía mientras conducía.

—Es divertido verte cantar—comenté, viendo que volvió a poner la música pero en un volumen más bajo.

—Obvio, ¿quién pede contenerse cuando es Shawn Mendes?

Su fanatismo por Shawn Mendes ha quedado claro en todo el tiempo que llevamos juntos.

—Es una pena que no pudiéramos traer a Burcs.

Insaciable © [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora