Willow.
Después de mi corta charla con el nuevo profesor, me dirigí a Barney's donde las chicas junto a Jonas me estaban esperando. Logré llegar a tiempo antes de que los tres comenzaran a tirarse la comida por la cabeza.
Fue divertido ver cómo estaban a nada de matarse, aunque me agradaría más que se llevaran bien. Por lo menos agradecía el que se comportaran frente a mí.
Ya era de noche y debería estar preparándome para ir a trabajar dentro de poco, pero por suerte no tenía que hacerlo, al ser el primer día de clases en la universidad nuestro jefe nos dio la noche libre para que nos volviéramos a acostumbrar al horario que teníamos antes de las vacaciones de verano.
—Se supone que debemos estudiar, Jonas.
—Es el primer día, podemos tomarlo en serio mañana.
Las manos frías de Jonas me causaron escalofríos al meterse debajo de la ropa, y sus besos en el cuello me dieron cosquillas, consiguiendo que riera retorciéndome en busca de libertad.
—Eso no es una respuesta válida. Sabes que me cuesta mucho la matemática, con suerte logré aprobar las materias el año pasado.
Respondí después de lograr liberarme de su agarré. Ambos estábamos recostados en mi cama, cada vez con menos ropa de la que portábamos con anterioridad. Era una situación de todos los días, él venía a mi departamento, nos acostábamos y después se marchaba a la casa de sus padres.
—Si ya sabes que no puedes, ¿por qué sigues intentándolo?
—Porque quiero ser alguien, y necesito de las matemáticas, lastimosamente.
—No, ahora necesitas de mis besos—ronroneó continuando con su repartida de besos.
Solté leves risitas ya que los pocos pelos que tenía en el mentón me estaban haciendo cosquillas. Me calmé cuando mi móvil comenzó a sonar y vibrar en el escritorio que tenía en la habitación.
—No contestes—pidió subiendo la intensidad de sus toques.
—Tal vez sea importante—objeté.
—Si es importante cuando lo dejes pasar volverán a llamar—insistió.
Impaciente, lo empuje para poder levantarme e ir a mi escritorio. Jonas protesto sin cohibirse, ignoré su intento de berrinche negando con la cabeza y me apresuré en contestar la llamada que al final era de mi jefe.
—¿Sí?—respondí alejándome un poco de Jonas.
—Willow, lamento llamarte en tu día libre—contestó Leo al otro lado.
—No te preocupes, ¿ocurre algo?
—Nada fuera de lo usual, ¿recuerdas al hombre de la otra noche?—inquirió.
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Insaciable © [+21]
RomanceUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...