Willow.
—Entendemos, muchas gracias.
Gale le agradeció al doctor que nos informó sobre Clifford y luego le permitió marcharse.
Ya era domingo, 04:30 de madrugada.
En ningún momento y mucho menos por algún motivo he cerrado los ojos. Absolutamente nada me funcionó para conseguir dormir un poco mientras esperábamos noticias.
«¿Cómo hacerlo cuando aún no sabía nada de Clifford?».
Al menos eso era diferente ahora.
Desde que el doctor por fin nos dio noticias respecto al estado en el que se encontraba Clifford, mi corazón se alivió. Gracias a quien sea, la herida en su cabeza no fue tan grave, pero sí perdió bastante sangre.
Tuvieron que suturar la herida después de detener el sangrado, y ahora solo quedaba esperar a que el efecto de la anestesia pasara para que pudiera reaccionar. Más allá de eso no había ningún otro problema.
No me fue fácil el contener las lágrimas de alivio pleno, pero conseguí hacerlo. El llanto era para la desgracia, el sufrimiento, y agonía.
Todo resultó mejor de lo esperado, no debía llorar.
—El doctor dijo que estará un par de horas en revisión para asegurarse que no haya algún inconveniente y luego lo trasladaran a la habitación privada que ya he preparado.
Asentí, sintiendo como si el alma me hubiera regresado al cuerpo después de escaparse durante las horas que no tuve noticias de él.
—También me recordó que solo una persona puede quedarse con él, los demás en horas de visitas.
Musitó observándome.
—Bueno, entonces...
Gale no me permitió continuar.
—Entonces, tú irás con Amber a que descanses unas horas y yo me quedaré con él.
—Pero...
—Willow, entiendo que quieres estar con él, pero no puedo permitir que te quedes estando así. Estas helándote, necesitas dormir y comer bien. Clifford me matará si te permito quedarte.
Quise rebatir, pero luego recordé la vestimenta que aún llevó y me mantuve callada. Realmente quería quedarme con Clifford, asegurarme que él estaba ahí. Sin embargo sabía que Gale tenía razón.
—Gale tiene razón—añadió Amber—. Clifford preferiría que estés bien.
—Solo serán unas horas, te duchas, comes algo, duermes un poco y regresas con lo que creas necesario. ¿Sí?
Solo tuve que meditar unos pocos segundos para darles la razón. No ayudaría nada si me quedaba.
—Está bien, lo haré.
Gale sonrió, satisfecho con que no me opusiera a su petición.
—Ve con ella.
Le ordenó a mi amiga. Ella no protestó, simplemente se la acercó para acariciar su rostro con mucho cuidado de no tocar las zonas heridas.
—¿Tú estás bien?
Era la primera vez que presenciaba tal tipo de muestra afectuosa entre ellos. No dudaba de que lo que tuvieran juntos era igual de importante como lo que yo tenía con el castaño.
—Sí, son solo unos golpes—le aseguró él, abrazándola por la cintura.
—Te ves sexy con ellos.
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Insaciable © [+21]
RomanceUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...