Advertencia de lo que yo llamo, dulzura.
Willow.
Exhalé, queriendo darme valor para entrar, por quinta vez consecutiva.
No podía entender cómo el entrar a un apartamento el cual ya llevaba tiempo conociendo, me ponía nerviosa.
Tal vez era porque la finalidad con la que vine era diferente a la de siempre.
En esta ocasión no iría directo a la cama de mi profesor para disfrutar de los placeres y sensaciones ardientes que da el sexo, no. Entraría a ese apartamento para algo que no creí ocurriría jamás, especialmente con mi profesor.
«Claro, porque es más común acostarte diariamente con un profesor que tener una cita, Willow».
Si hubiera podido me habría reído de mi misma gracias a ese pensamiento, pero los nervios me ganaron delatándome en el leve temblor de mi mano al intentar sujetar el picaporte.
«Si tan solo las chicas estarán libres, ahora no estaría así».
No pude hablar con ellas ya que ambas estaban ocupadas, así que no quise interrumpirlas.
Agaché la cabeza, sin entenderme, lo cual fue una mala idea ya que no me di cuenta lo cerca que estaba de la puerta, por lo que terminé dándome un fuerte golpe en la frente.
El golpe fue demasiado ruidoso, y el dolor en mi frente me aturdió lo suficiente como para que no notara el momento justo en que la puerta se abrió repentinamente, dejando ver del otro lado al hombre que me puso en una situación impensable.
—Willow.
Con una mano en la frente, le devolví el saludo.
—Hola.
Esperaba que en mi rostro no se notara el dolor del golpe.
—Creí decirte que entraras sin llamar.
Asentí, los nervios me nublaron todo tipo de pensamientos, incluso el recordar dónde estaba su llave de emergencia.
—¿Cómo sabías que estaba aquí?—pregunté, viéndolo directamente.
—Oí un golpe en la puerta—sonrió suavemente.
—Sí, lo siento. ¿Llego tarde?
—No, apenas estoy preparando la cena—Clifford se hace a un lado—, entra.
Sonreí como pude e ingresé a su apartamento. Apenas puse un pie dentro, el aroma de algo verdaderamente delicioso se sintió por todo el lugar, sorprendiéndome.
—Ponte cómoda mientras continúo cocinando.
Emití un sonido de confirmación sin verlo, hasta el momento no le presté la atención debida.
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Insaciable © [+21]
RomanceUn club nocturno. Una bailarina exótica. Un profesor recién llegado a la ciudad de Chicago. Y un baile demasiado excitante para el hombre que creía que iba a ser una noche aburrida. ¿Qué ocurrirá cuando el profesor descubra quien es la bailarina qu...