𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida)

capítulo 10

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Pov ___

—sabía que tenías algo, lo que eres tan caprichosa—dijo Jungkook. Lo escuchaba si, pero de lejos. Porque estaba sumida en su preocupación por mi. O eso era lo que me transmitía. Lo podía ver. No quería hacerme ideas. Sabía que no podía. Pero me era tan difícil. Eva pecó en morder la manzana. Yo sentía que estaba a punto de morderla también. Era difícil de aguantar. Era Jungkook. No nadie más.

La brisa fresca de la tarde dió contra mi rostro. El aire soplaba en la terraza del Hotel. Luego de ver las llamadas del peli negro lo primero que hice fué devolverla. Puedo decir que me sorprendió el tono que usó. Simplemente me citó aquí. Y colgó sin dejarme responder. Su dominancia me mataba. Era posesivo cuando quería. Y eso me llamaba muchísima la atención.

—¿por qué te cuesta tanto decirme lo que te pasa Kim?—preguntó—¿tan poco confiable soy? hasta donde sé no te he transmitido eso, ha sido todo lo contrario.

Sus ojos puestos en mi. Las mariquitas, mariposas, angeles, demonios, no descifraba que eran. Eran fuerte. Mi estómago revuelto por su mirada. El brillo en sus ojos por el sol. Evité. Corrí mi mirada al darme cuenta de la situación. Debía entender. Hacerme entender que lo que pensaba no podía ser. Una y mil veces no.

—ah sí, la relación entre ambos es tan de confianza que lo mínimo que haga, o piense correría a verte y decirte—sonreí amarga con ironía

—para ti no, pero para mi si—me tensé. No lo miré—me importa. Porque desde que cruzaste la maldita puerta de salida del estadio lo único que pensaba era en si estarías bien, o si lo que te pasaba era grabe. Como siempre, no puedes ver eso. Piensas que lo que hago o digo son puras marañas. O mentiras. No miento Kim ___. A estas alturas deberías entender eso.

Cada palabra la sentí como un pincho encajándome el estómago. No quería escucharlo. Su capacidad para envolverme era tenebrosa. Es como entrar al bosque, encontrarse con un demonio maligno. Sin escape. Me sentía acorralada entre la espada y la pared. Con la diferencia que estaba a escasos metros de mi. Sin sus manos sobre mi cuerpo.

—he repetido varias veces que solo ha sido una infección—el alivio corrió por mi cuerpo al pronunciar la palabra infección. No era otra cosa y lo agradecía.

—evitas responderme, te prometo que si sigues con la indiferencia entre ambos como si fuese tu más vil enemigo, haré las cosas diferentes. Y créeme no querrás encontrarte a un Jungkook diferente. Te leo ___. Soy capaz de hacerlo.

Su rostro. Serio. Dejó de hablar y se volteó a mirar a la imagen frente a ambos. Tan hermosa. Tan real. Así como nosotros. La presencia de ambos aquí. En esta terraza. Porque ahí. Se sentía íntimo. Un lugar en donde el había dado un paso. Un paso pequeño pero significativo para entrar a mi vida.

—puedes sacar tu teléfono, una foto te duraría más—mencionó sonriente. Aún sin mirarme

—no te estaba mirando—giré nerviosa, mi vista hacia otro lado. El té que antes llevaba en mi mano brotó un poco de ello—mierda, está caliente—gemí de dolor

—¿te hiciste daño?— Jungkook tomó mi mano. La sopló. Lo observé. Cada gesto y detalle de su rostro. Sus lunares, que me incitaban a besarlos uno por uno. El rostro fruncido que hacía cuando se concentraba. A lo mejor la imagen de sus labios sobre los mios. Aclaré mi garganta. Me aparté.

—¿no es qué deberías de estar ensayando?—pregunté luego de soltar el agarre de su muñeca. No se movió. Sin embargo se acercó más a mi.

—si, pero ahora no es que importe mucho—volvió a tomar mi muñeca—deberías ir a la enfermería, puede volverse una roncha—no le respondí. Eso hizo que conectáramos miradas. Lo veía como un error que podía cometer. El sentirme intimidada por él y su mirada ya era una costumbre.