𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida)

capítulo 42

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Pov ___.

Sonreí amarga mirándome al espejo. ¿Realmente eso había sucedido? Las palabras eran como la música que no quieres escuchar porque no te gusta, y sin embargo se reproducen en el momento menos oportuno. No esperaba que lo confesara. Menos que tirara todo a la mierda por mi. Pero en el fondo tenía esa pizca de esperanza, porque me venía a la mente él y sus "confía en mi". Mi dolor se convirtió en tristeza, y estoy tan acostumbrada a ello que simplemente me miro al espejo y sonrío fingido, observando el que es doloroso ver como poco a poco dejo de ser yo. Hace tanto tiempo que no lo soy. Tengo ira, de verme tocar casi el fondo, mi enojo se convirtió en odio, olvidándome de como sonreír.

No voy a llorar. Y si quisiera las lágrimas ya no salen. Se agotaron. Mi alma se libera de mi cuerpo. Estoy aquí, sintiéndome presa de mi misma. Encerrada en una jaula oxidada que al tocarla me daña. Me hiere. A poco dando vueltas. Deseando decir no más, basta, necesito libertad de mi. El silencio, el único que contesta a esas preguntas de mi pensamiento. En la oscuridad de mi habitación, dormí, tratando de conciliar el sueño. Me di un baño caliente y dejé secar mi cabello con el mismo aire de la habitación. El olor de su perfume me embriagó una vez más. Asustada me incorporé en la cama, y allí estaba, perfecto como siempre. Su mirada me decía mil y unas de las cosas que quería escuchar, no obstante se las guardó, porque no sabía de que forma decirlas.

—¿cómo entraste?—pregunté con calma. Costaba mirarle a los ojos, sin que me consumiera el deseo de reclamar, de preguntar. Mi espalda se recostó en el espaldar de la cama.

—le dije al portero que había dejado las llaves dentro del departamento, me ha visto entrar al edificio varias veces—emitió jugando con el borde de mi colcha.

—ya..—las palmas de mis manos tocaron la sábana blanca—¿a qué viniste Jungkook?—pregunté.

—¿lo viste?—lo miré—¿el live, lo viste?

Aparté las sábanas y salí de la cama. Mis piernas caminaban sin parar. Estaba indignada, cabreada. No podía creer que había venido a preguntarme esto. Así. Sus ojos se movían al compás de mis movimientos. Se paró de la cama, casi toca mi brazo, de no ser porque me aparté, de él. Y de todos los hechizos que me hacía con solo su presencia.

—te aclararé esa pregunta—pronuncié—si, si lo ví, ¿y sabes qué? me hizo plantearme que eres parte de eso que no quisiera volver a vivir en mi vida. Estoy cansada Jungkook, de que para ti sea eso segundo y prohibido que jamás podrás aceptar. Entiendo que no tengas la culpa de ser una persona con fama. Pero no puedo vivir así toda mi vida, dependiendo de lo que digas y del paso que des.

—no es así ___, si fuese por mi hace rato viviéramos juntos, pero no, no puedo y lo siento por ello—espetó—el esperar para nosotros nunca ha sido bueno, sin embargo puse mi fé en ello, en que lo entenderías.

—si pensaras más en mi, fueses menos egoísta.

—y si tú confiaras en mi, podríamos haber evitado un millón de discusiones que tenemos todo el tiempo—mencionó—pero no, una vez más descubrimos lo diferentes que somos.

Aguanté con toda mi alma las ganas de romperme delante de él y no hacerlo más difícil. Pero nunca nadie mencionó, que hacerte la fuerte te destruiría el doble. Lo miraba, y se veía como si su corazón lo hubiesen partido en mil pedazos. A mi también me dolía, y no juzgo el que a él le pueda doler más. La vida es ese lugar en donde ríes, te duele la tripa de tanto llenarte de risas fuertes, y luego lloras, incluso más de lo que un día sonreíste.

—entiendo que nadie se cansa de amar, te amo con toda mi fuerza, hasta con lo que no tengo—confesó abriéndose completamente—pero nos cansamos de esperar, de escuchar promesas vacías.