𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida)

capítulo 23

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Pov ___

Sábado en la noche. Iseul, Sookie y yo preparándonos para la fiesta en casa del amigo de la rubia. No estaba muy emocionada por la fiesta. Le prometí a Iseul que estaría allí, por lo que dispuse de no negarme a su llamada de venir aquí, a su casa antes de salir. Esta mañana cuando desperté, otro día con Eric yéndose y ni siquiera avisando. Simplemente el desayuno preparado, sin las notas que solía dejar en días así. Igualmente tenía claro que la situación comenzaba a ser abrumadora.

—___, el rubor pásamelo— dijo Iseul, estirando su mano—el delineador jamás me queda como quiero. Miren. Uno más ancho que el otro—señaló sus ojos.

—!___estás deslumbrante!—exclamó Sook—vamos a tener que arreglárnolas esta noche contigo así tan preciosa.

—dejen la exageración que ustedes también están geniales—comenté sonriente.

Llevaba un vestido rojo, estrecho, en donde jugaba a mi favor mostrando mis curvas. Unas botas negras, no tan altas, pero que si combinaban con el vestido. No era chica de usar joyas, por lo que simplemente llevaba una cadena plateada, sencilla, con los aretes que siempre traía pegados a mis orejas. Luego del trabajo en la mañana había ido al departamento antes para recoger la ropa y bañarme. Como Eric no estaba en casa, fué más fácil entrar y salir sin tener una de nuestras peleas diarias.

— que lugar tan lujoso—mencionó Sook mirando impresionada aquella casa—¿estás segura que el chico es tu amigo?

—¿por qué les mentiría con respecto a eso?—preguntó—entremos

Seguimos a la rubia. Entramos a la mansión en donde mis pies se planteaban el entrar o no. La fachada llena de arbustos con un jardín precioso que adornaba a la gigantesca fuente en el centro. La edificación no era moderna, no obstante le permitía verse más lujosa. Increíble la oscuridad de la casa dentro, en donde solo unas luces led daban la iluminación al salón.

—bienvenidas a la gran fiesta, ¿qué trago desean tomar?— preguntó uno de los Batman. Pudimos sentarnos en una esquina de un mini bar dentro de la casa.

—pónganos tres cervezas por favor—pedí, con la aceptación de las chicas.

La música no estaba tan fuerte. Y la casa estaba abarrotada de personas. Chicos, chicas de mediana edad queriéndose comer al mundo en solo segundos. Los bailes provocativos que se hacían, mientras uno que otro trataba de ligar esta noche, con una bebida en sus manos. Haciéndose señas con sus ojos, tratando de descifrar a que de todo llegarían si cualquiera de daba el primer paso.

— Iseul, cariño, no sabía que ibas a venir—saludó un chico. Quien sonriente se acercó a nosotras—no pensé que aceptarías mi invitación—dos besos sonaron en la mejilla de cada uno.

—no me perdería esta fiesta por nada en el mundo— Iseul le sonrió. Que la verdad, estaba bien guapo. Ojos cafés, de cabello oscuro, mientras calzaba y vestía de pura elegancia. Con ropa cara, de esas que un manchado cuesta salir y el arrepentimiento para una pobre como yo, sería hasta los huesos—la última vez que nos vimos fué en la despedida de Hansel. ¿Cómo está? ¿Has sabido de él en este último tiempo?

—perdimos el contacto en cuanto llegó a Rusia—emitió. Iseul asintió—estas señoritas bonitas ¿quiénes son?—el chico de ojos cafés, puso la intensidad de su mirada en nosotras. Que no hace cinco minutos éramos inexistentes.

—mis amigas ,Sook y ___—dijo señalándonos

—mucho gusto. Iseul debe haberles dicho mi nombre. Soy el dueño de esta aburrida fiesta—sonriente dijo. Sonó engreído, la fiesta para nada era aburrida. Tal parecía que lo decía para que uno lo negara y dijera que era la mejor fiesta de su vida. Los musculosos guardias velando de que las caras decoraciones no fueran rotas. O robadas, le advertían a una chica bebida que no se acercara mucho a la ventana.