𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida)

capítulo 21

‧͙⁺˚*･༓☾　☽༓･*˚⁺‧͙

Pov ___

Desnuda, debajo de las sábanas blanca que tapaban mi cuerpo. Con los brazos de Eric sosteniendo mi cintura. Mi mirada en el techo. La luz de la lámpara de noche que solo hacía que la habitación se alumbraba un poco. No fué como pensé. No había amor, se desvaneció mucho antes de yo haber empezado a trabajar. Solo era costumbre de estar juntos por tantos años. Siempre pasa, te acostumbras a la vida que tienes. Al despertar y ser siempre lo mismo. Sin algo nuevo. Y con él no lo podía hacer. No quería seguirme a lo que yo quería, o a lo que necesitaba.

—¿tienes una idea de cuanto quería yo estar así contigo?—preguntó. Con sus caricias aún sobre mi cintura.

—jum—simplemente emití.

No me salía nada con él. Era evitar cualquier tipo de sentimientos o pensamientos al respecto. La sonrisa era efímera. Yo necesitaba un tiempo de pensamiento y reflexión. Sin Jungkook tampoco rodeando a cada rato en mi camino. Porque era difícil si lo hacía, cuando lo más que quería era estar con él a su lado, sin importar lo que él sentía. Y si era arruinarme hasta los huesos que lo acabara de hacer.

—he sacado boletos para irnos de viaje a final de mes—emitió. Levanté mi cabeza. Confusa.—eso era lo que quería decirte antes de que volvieras a casa, reservé en un Hotel en Alemania.

—a final de mes no puedo. Tengo que ir a Europa por trabajo de nuevo.

—¿no puedes pedir vacaciones?—preguntó. Negué parándome de mi cama. Colocando mi Braga y una polera ancha.

—acabo de comenzar en la empresa. Si pido vacaciones seria una manera excesiva de confianza que no me han dado.

—¿sabes cuánto dinero he gastado en este viaje?—reprochó

—no sé, igual no te mandé a hacerlo—emití, sin pudor—debiste contar conmigo. Al menos decirme y responder si podía o no.

Eric rió amargo. También se vistió. Se sentó como pudo en el esquinero de la cama. Sus brazos taparon su rostro. Pensativo. Ya nada era igual. No con él. No sentía el ir a abrazarlo cuando la tristeza daba en su rostro. Si estaba mal. O la preocupación. Estaba bien que lo quisiese, pero amor, enamoramiento, ya no sentía eso. Y debía dejarlo claro. Debía tener el coraje para decirle. ¿Pero por qué la voz se me iba? Me quedaba muda cada vez que pensaba en ese tipo de pensamientos. No salía el decírcelo.

—iré a ducharme—comenté.

Entré al baño. La regadera llenó la bañera. El vapor y la calidez del agua dieron con mi rostro. Las lágrimas saladas corrían por mis mejillas. Mi pecho dolía y la rabia conmigo misma se apoderaban de mi con todo mi ser. Ansiaba huir, esconderme o que la tierra me tragara. El miedo a quedarme sola como antes me quemaban. Era tan estúpida. Cualquiera me odiaría, como yo lo hago.

—buenas noches—dije en cuanto volví a la habitación.

—¿por qué esto ___? Dímelo, no aguanto—Eric suplicó. Cerré mis ojos

—prometo decirte, pero ahora, necesito dormir—mencioné. Me acosté tapando mi cuerpo con mis sábanas.

—como quieras—dijo. Salió de la habitación. Traté de dormir. Sin embargo no podía.

(....)

La mañana en la empresa estaba calmada. Yo era la única en el que el apagón recorría mi ser. Las chicas me habían buscado esta mañana. Estábamos en la terraza de la empresa. Con un café en nuestras manos y las charlas inundando nuestros oídos.