capítulo 33

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Pov ___.

— tengo un dolor en el brazo izquierdo, terrible — confesó Iseul. Se sobaba el brazo. Apagué mi teléfono. Lo dejé en la mesa de noche. Después de leer el mensaje de Jungkook.

¿Podemos vernos en el parque cerca del Hotel?

Contesté con un si. También preguntando la hora. Hora que nunca llegó. Simplemente resoplé y mi cuerpo cayó en la cama.

—¿qué está mal querida?—preguntó Sookie.

—nada—emití. No preguntaron más.

—como se extraña la casa cuando estamos fuera cierto?—preguntó Iseul. La castaña y yo la miramos—entiendo que piensen que amo el placer de estar fuera, de ir y pasármela bien en fiestas, bares y con tios, pero claramente eso tiene un motivo. —soltó el aire que llevaba acumulado en sus pulmones.—nunca he hablado de esto saben? y me es difícil soltarlo.

—si no te sientes en condiciones de hacerlo, no lo hagas Ise.—mencioné—somos amigas, aunque eso no quiere decir que tengas la obligación de contarnos todo.

—quisiera hacerlo, en su momento también lo quise hacer—pausó. Se notaba que no estaba preparada para hablar.

—tranquila querida, sin presiones—Sookie fué a abrazarla. Quería desahogarse. La rubia era tan reservada que nos extrañó que de la nada quisiese abrirse con nosotras.

—nunca tuve amigas, no así como ustedes—sollozó en los brazos de Sook—por eso muchas veces me animaba a hablarles, a liberar la carga que por muchos años tengo atragantada en le pecho—su manera de hablar nos transmitía lo mucho que le afectaba el tema. Iseul, desde que la conozco, en ningún momento ha dejado soltar y dejar ver su vulnerabilidad. Es una chica fuerte, de carácter duro, pero que te hace reír y cambiar el ambiente a uno más cómodo—vivo sola. Pero no fué fácil llegar a conseguirlo—prosiguió—me pasé hasta que cumplí los 19 en casa de mi madre, todo iba bien hasta que me presentó a su nuevo novio. La relación con ella toda una vida fué mala, no lo niego, mendigar cariño es lo peor que puede existir, era asqueroso verlos juntos. Cuando sus ojos siempre estaban puestos en mis tetas o en mi trasero, hablo de mi padrastro.

—¿lo dejaste entrar en tu casa sabiendo que te miraba por detrás de tu madre?—pregunté. Con tristeza.

—es que no lo dejé entrar, ella lo hizo—las lágrimas corrían por los ojos de la rubia. Me paré de la cama, me senté junto a mis amigas. La mano de Iseul se estiró y yo la enlacé a la mía.

—puedes detenerte cuando quieras, no estás sola cariño—animaba Sookie.

—me bañaba vale? estaba bañándome mientras escuchaba los gritos de mi madre discutiendo con él, los gritos horribles llegaban a mis oídos, incluso con la ducha abierta. Hasta un momento en que dejé de escucharlos. Pensé que él se había ido. Me sequé, enrrollé mi toalla en mi cuerpo, iba bien, hasta que sus ojos me observaban. Me temblaba todo.—el hueco en mi estómago se abría cada vez más a medida que Iseul avanzaba—me tocó, asqueroso, forcejé, le golpeé, débil pero lo hice—cerré mis ojos, yo también lloraba, Sookie, sus ojos estaban rojizos, aguantando para no derrumbarse también—grité, recuerdo haber gritado fuerte, pensando que mi madre lo oiría y intervendría, eso jamás pasó. No hasta que me logré escapar aún con una delgada toalla que me cubría el cuerpo, y con el tacto de sus dedos causándome pavor. Crucé la puerta. Mi madre me miró ¿saben que se sintió ver que mi madre estaba en casa? Tenía la esperanza de que no. Que no estaría, que ella nunca me dejaría en manos de ese hombre.

𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora