𝑻𝒆𝒎𝒑𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏(𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌♡𝑻/𝒏) (Concluida)

capítulo 32

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Pov ___.

Desde que pisé la habitación que compartía con las chicas. Y las ví dormir tan livianas. Suspiré aliviada. Me levanté con mi cabeza dando vueltas, pero sobre todo dándole vueltas a la relación que Jungkook y yo manteníamos. Saben que lo que bien comienza, mal acaba. Y eso era mi mayor miedo. Perder a una persona que no era nada y a la vez lo era todo.

A las 5:30 pm. Maquillábamos a los chicos. El señor Minho nos dijo que cuando regresáramos nos tenía que dar una noticia. Y solo esperaba que fuese buena , ya basta de noticias malas. Cuando Minho tomó el mando de Shon el trabajo fué más fácil de lidiar. El ambiente era más agradable y menos tenso. Sin embargo respetábamos y seguíamos cada orden que nos daba.

—iluminador Iseul—escuché a Sook decir. Corríamos por todas partes del Salón. A cada concierto que llegábamos era lo mismo. Disponíamos de un tiempo que debíamos cumplir.

—en la caja dos— yo maquillaba a RM. Este chico era tan tranquilo para esto. Su mirada fija en el espejo, sin moverse, dejándome terminar.

—sombra color piel ___—mencionó Alice. Mayormente en otras empresas o entre otros compañeros no pasaba esto. De gritarnos, y de ayudarnos mientras nuestras manos llevaban un pincel sobre la piel de una persona. No obstante nosotros éramos tan únicos, tan unidos, que trabajábamos juntos en todo.

—en mi estuche—emití 

Maquillar para mi era arte. Amaba hacerlo. No me cansaba, podía hablar horas de maquillaje que se me formaba una sonrisa automática en mi rostro. De niña nunca pasó por mi mente terminar en esto. Para mi el arte, era arte en lienzos, en cuadros colocados en paredes de un enorme museo. Aprendí a la hora de crecer, que el arte iba más allá de eso. Podíamos ver incluso a una flor, cobrar vida y aún así ser arte en los ojos de la persona que la observaba. El arte, para mi era eso, esto, en lo que trabajo, en pintar, mezclar colores en piel humana.

—!tenemos cinco minutos chicos!—avisó Minsi

—___—volteo. Mucho antes sabía que él se acercaría. No lo contiente, esas ganas absurdas de hablarme, de mirarme. Y asustaba, se le salía en la mirada. No niego que a mi también me pasaba, pero podía aguantarme.

—¿qué quieres jungkook? —pregunté. Jungkook no apartó la mirada. Cuando salí de su habitación. El vacío en mi estómago creció. No podía darme el lujo de sentir más por él. Porque tenía claro que tarde o temprano esto terminaría y me quedaría en un proceso acabado. Con sentimientos creciendo y haciéndose cada vez más fuerte. Y no bastaba con que él me dijera que le gustaba. Siempre pensé que entre nosotros nomás había sexo, y lo sigo pensando. Por mi parte, ya no es solo sexo, le quiero y no quiero seguir desarrollando eso. Necesito parar. Solo no sé como. No si él sigue buscándome. —debes subir al escenario. Los chicos están a punto de subir ¿por qué estás aquí?.

—cuando termine el concierto necesito que me esperes, por favor —suplicó. Lo miré confusa. No quería más esto. Que me confundiera tanto. Y Jungkook lo hace, me hace querer más de lo que és en realidad.

—¿para?— pregunté desinteresada, cuando claramente me moría por escucharlo.

—sólo lo necesito, no seas preguntona.

—está bien—dije— suerte en el concierto—sonrió. Puta sonrisa perfecta. Mi estómago tembló. No latas más por favor. Le supliqué a mi corazón. Le vi irse. Alejarse cada vez más.

(.....)

Me senté, en una de las banquetas detrás del escenario. Desde aquí veía a los chicos bailar. Cantar. No soy cantante, mucho menos sé bailar pero siento la adrenalina, no tal vez la que sienten ellos. Pero sí, mi cuerpo se movía porque era inevitable.