Mi último amor(klaroline)

4.Un baile de ensueño

Caroline

Esa mañana desperté con un amargo sabor de boca, mi padre había muerto, estaba destrozada, llamé a Steven, le conté la historia inventada por mi madre y lo escuche llorar unos segundos antes de despedirme de él, mi teléfono tenía un mensaje de voz así que lo escuché.

-Caroline, haré lo que tu padre me dijo, y cuando termine volveré a ti-dijo Tyler, su voz me hizo estremecerme, y sentí felicidad, de importarle tanto como para hacer eso, romper cada uno de sus huesos por mi.

Escuche que tocaron la puerta y me acerque a ella, cuando la abrí había una caja, no vi a nadie alrededor, la lleve a mi habitación y leí la invitación, un baile organizado por los Mikaelson, después me tope con una nota en la parte de atrás

"Guárdame un baile, con afecto, klaus"

Sentí un cosquilleo en el estomago, después de nuestro encuentro en el bosque no había vuelto a pensar en el, no podía, después de todo, mi padre había muerto después de eso, lance la tarjeta y abrí la caja, abrí mis labios en una o casi perfecta cuando lo vi, era increíblemente hermoso, el más bello vestido que había, un azul perfecto para sincronizar con mis ojos, Klaus tenia buen gusto, no podía negarlo, pero claro que no iría, cerré la caja y la quite de mis pensamientos para ir a ver a Elena.

Fuimos al Grill y justo estábamos hablando del baile, claro que yo no le contaría del detalle que Klaus había tenido conmigo, y justo cuando hablábamos de su madre Rebeka apareció

-Cuidado Caroline, parece linda pero en cualquier momento te clava una daga en la espalda.- dijo Rebeka, entendía su enojo, aunque seguía odiando a la zorra sangrienta igual. Se fue hasta Matt y yo me moleste mucho, vimos como le dio una invitación al baile y mire a Elena decidida.

-A que hora es ese bobo baile.-dije molesta y sentenciando que si iría después de todo.

Estaba buscando de manera apresurada un vestido que pudiera ponerme para un baile de complejo de cenicienta como ese, pero nada, todos mis vestidos eran muy poco elegantes para algo estilo Mikaelson y estaba muy frustrada incluso parecía que la caja que me había dado Klaus me llamaba, invitándome a ponerme ese hermoso vestido, decidí hacerlo, no iba a desperdiciarlo solo porque el me lo dio, cuando estaba casi lista vi el brazalete en mi mesa de noche y también parecía hablarme, me lo puse y no dejaba de pensar en lo hermoso que era.

Cuando entre en el salón de baile pude ver que todos estaban ahí, le sonreí a algunos conocidos y después lo vi, estaba charlando con alguien y pareció haber sentido mi aroma porque se giró rápidamente hacia mi, pude verlo a los ojos y me puse más nerviosa de lo que nunca había estado, camine hacia el con toda la seguridad que me permitían mis piernas y el se detuvo frente a mi

-Bienvenida.-dijo sonriéndome y yo no supe que hacer

-Necesito un trago, dije alejándome lo más rápido que pude de ese sentimiento, ese cosquilleo que cualquier afecto suyo me causaba. Sentí su mirada en mi espalda.

Poco después Elijah y sus hermanos se posaron en las escaleras, mostrándonos a todos lo refinados y antiguos que son, asombrando a todos en este pequeño pueblo.

-Bienvenidos a la casa Mikaelson, agradecemos su presencia en esta velada, siempre que mi madre reúne a la familia así es nuestra tradición iniciar la noche con un baile, escojan una pareja y acompáñenos por favor.- dijo Elijah bajando las escaleras junto a sus hermanos y vi a Klaus venir hacia mi.

-Espero que me concedas el honor de este baile.-dijo sonriendo y ofreciéndome su mano para ir hacia el salón

-Yo... esta bien.- dije y le dedique una sonrisa, no podía negarme cuando era tan romántico y caballeroso