La familia Mikaelson ha sido temida y odiada por siglos, han caminado por la tierra por mas de mil años, han visto civilizaciones nacer y caer, cuando llegaron a un pueblo llamado Mystic Falls nunca esperaron que podría ofrecerles tanto, un milagr...
Caroline Esa mañana desperté contenta, como no estarlo? Estaba en casa, mis hijas estaban en casa, estaba acurrucada en el pecho de mi esposo después de que hiciéramos el amor la noche anterior, sentir su piel cálida en mi mejilla, su respiración pausada y tranquila, me hace feliz, hace ya casi 6 años que me había convertido en la señora Mikaelson, me había vuelto la mamá de Hope y Marcel, la cuñada de Elijah, Kol, Freya, Finn y Rebeka y lo mas importante, la esposa de Niklaus Mikaelson, si alguien me hubiera dicho que me iba a enamorar de el, que llegaría a ser esposa de este hombre maravilloso y único, ser esposa del hibrido original, les habría dicho que era una locura, los miembros del concejo siempre bromeaban con que Klaus no era el ser sobrenatural mas poderoso de Nueva Orleans, si no yo, porque yo tenia el control de la familia original, ellos confiaban plenamente en mi criterio, era la madre de los hijos de Klaus, decían que si no me conocieran, me tendrían miedo, pero que era demasiado buena para ser temida, mas bien era amada y respetada, como una reina debía ser.
-Es tarde.-dije mirándolo divertida.
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-Anoche no parecías querer dormir.-dijo Klaus divertido, levante mi tirante y sonreí.
-Tu corazón late de prisa.-dije divertida.
-Solo tu haces latir mi corazón Caroline, desde el dia en que te conoci.-dijo Klaus acercándose a mi.-Desayuno?.-dijo mirandome con una media sonrisa.
-Suena increíble.-dije sonriendole, el se acercó más y beso mis labios tiernamente, tome sus mejillas y profundice el beso.
-Si no me sueltas no puedo hacerte el desayuno.-dijo aún sobre mis labios.
-Prefiero esto que desayuno.-dije divertida.
-Tres niñas no pensaran eso.-dijo divertido.
-Ay porque tienes que ser tan buen padre.-dije soltandolo y sonriendo. El se levantó y se cambió con prisa, yo también me levante.
-Ire a despertar a las niñas.-dijo sonriendo, me beso una vez más y sonrei, lo amo tanto, es tan buen padre que me hace quererlo aún más. Había terminado de cambiarme cuando mi telefono sono, mire el nombre de Bonnie y conteste con una sonrisa.
-Hola Bonnie.-dije sonriendo.
-Caroline, algo esta mal, el apareció frente a mi, dice que quiere mi dimensión, me amenazó.-dijo Bonnie con prisa.
-Bonnie cálmate, no entiendo de que hablas.-dije con confusión.
-El diablo es real, lo que dijeron las sirenas es cierto.-dijo Bonnie al telefono.
-Que? no Bonnie no puede ser real y que quiere?.
-Dijo que quiere las almas de los vampiros de la piedra, esta aqui, es mi culpa, pudo llegar a nuestro mundo por mi culpa, lo estamos buscando pero necesitamos ayuda.
-Ire para alla.-dije simplemente.
-Lo arreglaremos.-dijo con algo de preocupacion. Estaba completamente impactada, el diablo, no lo habiamos creido cuando nos lo dijeron, pero solo en Mystic Falls podia pasar eso, tenia que ayudar, tenia que alejarlo de mis hijas, de mi familia. Mire el anillo en mi dedo y sonrei, era una promesa, protegería a mi familia sin importar nada.
