La familia Mikaelson ha sido temida y odiada por siglos, han caminado por la tierra por mas de mil años, han visto civilizaciones nacer y caer, cuando llegaron a un pueblo llamado Mystic Falls nunca esperaron que podría ofrecerles tanto, un milagr...
Hayley y Klaus hablaban casi 1 ves a la semana, a el le gustaba escuchar como estaban sus hijas, eso lo había mantenido cuerdo.
-Klaus esto es complicado, las gemelas ya se dieron cuenta que esto no es solo un viaje.-dijo Hayley.-Hope siempre supo que eso era mentira
-Hayley, tu y Caroline no son Mikaelson, ustedes pueden huir, incluso mi hermano podría olvidar que un día fue un Mikaelson, ya te lo he dicho antes, puedes olvidarte de nosotros y ayudar a que las niñas se olviden que alguna vez fueron parte de esta familia.-dijo Klaus al otro lado.
-No voy a rendirme contigo Klaus, ni con la familia, tienes que llamar a Caroline
-No puedo
-Si puedes, creí que ya habías dejado de correr, tu y yo somos parecidos en eso, hemos corrido del amor toda nuestra vida Klaus, pero ahora tenemos una hija, una niña que ve nuestros actos como ejemplos, no tienes idea de lo enojada que está porque Caroline esta sufriendo, Josie pregunta por ti todos los días, Lizie también esta molesta porque no estas, solo llama Klaus.
-Hayley voy a colgar
-Klaus, ella te extraña mucho, sabe que hablamos contigo y la esta destruyendo que no hables con ella, que no le contestes, se que te llama cada día, aunque no me lo diga.
-Es más fuerte de lo que todos creen.-dijo Klaus y colgó.
Paris, Francia.
Klaus estaba vagando por París como cada dia, tenía una botella en la mano y atormentaba a los ciudadanos con su mal humor, nadie se acercaba a Klaus Mikaelson, quien se había mudado hace 6 meses a su ciudad y desde entonces no había parado de hacer destrozos.
-Dame un bourbon.-dijo a la cantinera, era la única persona que no le temía, una bruja.
-Es temprano no lo crees Klaus.
-Hoy se cumplen 6 meses desde que estoy aquí Julia, necesito alcohol, mucho.-dijo Klaus mirándola, ella asintió y le sirvió el bourbon.-Quien es esa chica tan guapa?
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-Es mi esposa.-dijo Klaus con tristeza.-Extraño tanto a mi esposa
-Y porque no esta aquí?
-Por que no puedo hacerle eso, no voy alejarla de nuestras hijas, yo no puedo.-dijo Klaus tomando su bebida.
-Lo siento.-dijo ella sonriéndole con tristeza.
Klaus seguía perdido en la foto de Caroline cuando su teléfono sonó, casi lo soltó de golpe, ella lo había llamado casi cada día desde que se separaron, su esposa, quería contestar, pero su interior ardía de deseo por ir hasta ella y no podía, no podía arrastrarla a esta vida lejos de sus hijas.
