19.Promesa de amor

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Llevaba apenas un día en Nueva Orleans y ya me había maravillado de nuevo esta ciudad, regresaba para encontrar que Marcel sigue con vida, mi padre no lo mato y la noticia más difícil de creer era mi inminente paternidad, estaba preocupado por todo, yo había sido tan lastimado por mi padre, ¿Y si yo rompía a ese niño? Luego se me vino a la mente ella, ¿Y si ella me dejaba? Como podría ser padre si me rompía por perderla, quería con todas mis fuerzas que ella conociera a mi hijo, a la parte buena de mi.

-Niklaus-dijo Elijah sentándose a mi lado en la banca.

-Hermano, has venido a sermonearme sobre la paternidad?

-Dime Niklaus, que creería Caroline si dejas abandonado a su suerte a tu hijo?

-Que soy lo que ella siempre creyo, lacra-dije sin mirarlo

-Hermano, esto es lo que la familia necesita, lo que hemos querido siempre, tener un hogar y que mejor que un ser pequeño y bueno, que nos haga mejores como familia.

-Dile a las brujas que estoy de su lado, las ayudare con Marcel

-Es una sabía decisión hermano, ahora estoy seguro que querrás llamar a la dulce Caroline-dijo Elijah poniéndome una mano en el hombro.

Yo solo cedí en mi asiento y seguí perdido en mis pensamientos, una chica rubia pasó por mi lado y me sonrió, adorable, ella jamás podría imaginar que yo era la criatura más poderosa en la tierra, y me sonreía, por un momento me recordó a Caroline y mi respiración se agitó, ¿Como reaccionaria ella? Camine hacia el centro, ver arte siempre me calmaba

-Es hermoso no? Puedes ver su alma en cada pincelada, la oscuridad y la luz.-dijo la chica rubia de nuevo, era perseverante, tenía que admitirlo.

-Bueno, cada artista tiene su particular manera de mostrar el alma

-Pareces un experto

-Quisiera creer que si.-rei, mi teléfono sono, lo levante y vi el nombre de Rebeka en el, cuando dejo de sonar pude ver la foto de Caroline en mi pantalla, la sonrisa mas hermosa que habia visto antes.

-Tu novia?

-Lo es.-dije sonriendo y me desaparecí a gran velocidad, no podía dejar de pensar en Caroline y esa chica me la recordaba, alegre, con una curiosidad insana por la oscuridad, rubia, hermosa, la extrañaba demasiado, pero ahora tenia un nuevo compromiso con esta ciudad. Fui al hotel donde me estaba quedando, dormi un rato y salí a recorrer las calles, me había desecho de los secuaces de Marcel entre la multitud y fue cuando la llamé.

 Fui al hotel donde me estaba quedando, dormi un rato y salí a recorrer las calles, me había desecho de los secuaces de Marcel entre la multitud y fue cuando la llamé

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Mi último amor(klaroline)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora