Los días siguientes habían sido especialmente calmados. Los rayos del sol ayudaban a calentar el ambiente que dejaba el frío viento del invierno, los alfas seguían la misma formación que habían tomado al inicio de su viaje y pocas veces se acercaban demasiado a la carreta. Durante la mañana Taehyung se podía tomar la libertad de andar un rato en uno de los corceles, nunca se alejaba demasiado de la carreta, pero en ocasiones la velocidad que debía seguir para no quedarse atrás en la caravana lo hacía perder un poco el control; por suerte, Jimin siempre se encontraba cerca para tomar las riendas.
Era Jungkook quien llevaba la parte más difícil del viaje pues el constante movimiento de su vehículo lo había hecho gruñir y sangrar en un par de ocasiones. Sungjae y el médico de la manada del Bosque eran quienes pasaban más tiempo en su compañía en la carreta.
Ya había escuchado varias advertencias por parte del alfa mayor, incluso había llamado a los generales de ambas manadas para negociar un descanso. Pero, al final de todo, era la palabra de Jungkook la que tenía más peso en las decisiones de ese pequeño viaje.
Fue hasta llegado el tercer día que el paso disminuyó gracias a la fatiga que provocaba subir las montañas. Jungkook, aunque cansado y dolorido, sentía un ligero sabor de victoria al encontrar el paso libre. El ejército de Dakho se encontraba más cerca que nunca, pero gracias a que eran un grupo pequeño podían cruzar por los caminos más escondidos de las montañas, una especialidad para los de la manada del Bosque era pasar rápida y desapercibidamente justo enfrente de las narices de sus enemigos.
Jungkook lo sabía bastante bien, después de todo hasta hace apenas un año se encontraba peleando contra los ágiles alfas que ahora eran sus compañeros.
—Esto es una locura —dijo Sungjae agazapado en una de las rocas que se encontraban a mayor altura.
Llegaron hasta la cima de la montaña casi al mismo tiempo que el ejército del Valle pasaba por una de las rutas entre las elevaciones. La ruta que ellos estaban tomando estaba a una considerable altura mientras que ellos vigilaban discretamente a la multitud que se encontraba por debajo.
Desde esa distancia no podían distinguir cuerpos singulares, la masa de alfas se movía en línea debido a lo angosto de su camino como un gusano lento que detrás solo dejaba tierra suelta y pisoteada. Los múltiples estandartes con el emblema de la manada ondeaban orgullosos sostenidos por jinetes, seguidos inmediatamente por alfas a pie.
—¿Esto es el ejército del Valle? —siguió hablando el beta —es enorme.
—Es una parte —contestó Jimin de inmediato —pero no es el ejército que resguarda la frontera —acotó mientras lo analizaba con mucho cuidado.
—¿Dijiste que Dakho lo llevó hasta el Norte? —cuestionó ahora Jungkook acostado sobre otra de las piedras. Si bien le habían dicho que no era buena idea moverse de la carreta en su estado, él insistió en ver al ejército de Dakho con sus propios ojos. Lo que más necesitaba en ese momento era comenzar con la planificación del contraataque —el ejército del Valle se divide en dos fuerzas principales, el ejército de las fronteras quienes viven en las torres y el ejército de la manada quienes pelean por los territorios —le explicó a Sungjae cuando notó el ceño fruncido del beta —el ejército de la frontera son los alfas mejor entrenados, quienes se encargan de cazar a cualquiera que se le ocurra subir desde la Zona Baja.
—Vaya, suena interesante —rió sin gracia el castaño poniendo de nuevo su atención en el lento movimiento de los alfas del Valle.
—Yoongi y yo vimos cuando se los llevaron —contestó Jimin —es por eso que funcionó el plan de tomar las torres con tan pocos alfas, pero parece que Dakho prefiere mantener a esa parte del ejército en el Norte, no hay forma de que ellos sean los alfas que Yoongi y yo vimos en las torres.
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Huellas | KookV
FanfictionEl camino ha sido duro, pero el verdadero reto que les depara el destino apenas comienza. Las cenizas y sangre de la guerra los espera al regresar. § COMPLETA § • Historia Kookv • Omegaverse • Segunda parte de la duología "Manada". Es necesario leer...