Huellas | KookV

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Namjoon no tardó en llamar al comandante Song al interior del lugar. La información fue transmitida y de nuevo el líder y ambos comandantes se enfrascaron en una discusión sobre la situación. Taehyung se había hecho a un lado, agradecido de que no fuera blanco de ninguna pregunta más, al menos por el momento. Había sido una decisión precipitada revelar algo como eso, pero al menos tenía un poco de tiempo para pensar en su siguiente paso mientras los altos rangos hablaban entre ellos.

Sungjae y Hoseok estaban junto a él, los tres tomando asiento en una esquina de la cocina. Con solo mirarse entre ellos habían formado un acuerdo tácito de guardar silencio, Taehyung podía ver el interés de ambos betas en escuchar las palabras que se estaban pronunciando a sus espaldas. Él también prestaba atención por momentos, al menos prestó suficiente atención para escuchar al comandante Song dudar de la veracidad de su información. Al parecer el comandante del Bosque no podía creer tan fácilmente que los suyos estuvieran haciendo tratos con la manada del Río, pero Jungkook no tardó en argumentar a su favor haciendo inútil cualquier intento del comandante Song por descartar dicha idea.

Poco a poco el lugar volvió a ser tan concurrido como cuando llegaron. Los alfas entraban y salían tras escuchar órdenes, algunos más se quedaban a escuchar instrucciones más elaboradas, entre ellos el mismo Jimin.

Taehyung había cruzado miradas un par de veces con Jungkook durante ese tiempo. Normalmente, era Taehyung quien miraba en otra dirección para no llamar la atención y al girar a donde el pequeño grupo de importancia estaba se topaba con los orbes oscuros mirándolo con cierto disimulo. No sabía cuánto tiempo es que el pelinegro lo miró, casi como si quisiera asegurarse de que seguía en el mismo lugar, de que no desaparecería de un momento a otro.

—Tendremos cuatro puntos de control en la frontera con el Río, si es que ellos se reúnen con los de esa manada debemos saberlo —dijo el comandante Song a un general de su misma manada, quien afirmó y salió apresurado a cumplir sus órdenes. El alfa del Bosque entonces giró a donde Namjoon —regresaré a la Gran Casa, interrogaremos a los alfas que logramos capturar.

Namjoon, quien estaba ocupado leyendo un informe que recién había llegado levantó la mirada.

—Bien, en cuanto lo haga envié un informe aquí con cualquier respuesta que haya conseguido, también un informe sobre el estado del líder Lee. Nosotros terminaremos de interrogar a los de este lugar a lo largo del día mientras conseguimos lo necesario para el viaje —cambió su mirada de un comandante a otro —partiremos en dos días hacia el Norte, asegúrate de que esté todo listo.

—Sí señor —contestó Jungkook.

—Ten un buen viaje —dijo finalmente el líder del Norte al comandante del Bosque antes de regresar su atención al papel que había estado leyendo.

Song realizó una reverencia sin agregar nada y salió de nuevo, él no volvería a entrar. En cuanto cerró la puerta Taehyung escuchó un bufido a su lado.

—Se ha vuelto más arrogante —dijo Hoseok mirando la puerta.

—¿Lo conoces? —preguntó Sungjae elevando una ceja, Taehyung prestó atención pues había estado a punto de preguntar lo mismo.

—Lo conocí hace algunos años, cuando él todavía era un general —contestó el beta mayor encogiéndose de hombros —en ese entonces yo trabajaba con otro contrabandista del Valle, Song nos compraba información, aunque era el antiguo comandante quien lo mandaba a hacerlo. Ahora que él es el comandante ni siquiera se dignó a mirarme, seguramente sus subordinados no apreciarían ese pequeño vínculo que nos unió en el pasado.

—Uh eso suena interesante —sonrió Sungjae con malicia —¿Qué clase de información era la que te compraba?

Hoseok le regresó la sonrisa torcida y se acercó a ellos, como si necesitara bajar la voz antes de revelarlo. Tanto Sungjae como Taehyung se inclinaron un poco también, con la curiosidad burbujeando en sus miradas.