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Para Jungkook las cosas fueron mucho más dispersas el resto del día. Después de escuchar los interminables reclamos de Sungjae por no haberse enterado antes de la desaparición de su amado e intentar recomponer a Yoongi, tuvo que seguir con sus responsabilidades. Los emisarios del Bosque llegaron poco tiempo después y, para su sorpresa, era el mismo Minjoon quien se encontraba a la cabeza de los recién llegados. Las noticias eran inestables, mientras que los ataques en el Bosque por fin habían terminado tras la demostración pública y explícita que habían hecho los de la manada del Río, del otro lado de la moneda se encontraba la decaída de salud del líder. Minjoon fue asignado para cumplir con sus responsabilidades, pues el pariente más cercano al líder era su sobrina, la omega de Minjoon.

Había pasado poco tiempo desde que abandonaron las tierras del Bosque, pero el rastro de las rebeliones todavía se hacía presente en los vendajes de los recién llegados. Incluso el mismo Minjoon dejaba ver algunas vendas debajo de su ropa, justo sobre su clavícula, Jungkook podría estar algo curioso, pero no iba a preguntar qué fue lo que pasó.

―Encontramos a algunos alfas que estaban bajo las órdenes de Hoojin, nos dieron la misma información, habían hecho un trato para intercambiar armas, el cuál fracasó ―explicaba Minjoon con absoluta calma. Estaban en el despacho de Namjoon, con el representante del líder sentado frente al escritorio de madera y el resto de pie a su alrededor ―los del Río no se lo tomaron muy bien.

―¿Les hicieron eso por incumplir el trato? ―preguntó Namjoon caminando nervioso por la habitación.

Las noticias de los cuerpos colgados en uno de los arcos principales de la manada habían causado un revuelo que comenzaba a afectar a la manada del Norte. Miedo, era todo lo que podía infundir aquellas noticias al saber quienes se encontraban al otro lado de la frontera.

―Aparentemente sí ―contestó Minjoon ―más que eso, descubrimos algo que podría ser de su interés.

―¿Qué cosa? ―insistió Namjoon ante el silencio.

―Será mejor hablarlo en privado ―advirtió el alfa del Bosque enviando una mirada rápida a los generales que lo acompañaban, quienes salieron sin más revuelo, quedando únicamente él y el comandante Song. Asimismo, Namjoon realizó una seña y algunos de los presentes pertenecientes al Norte salieron, Seokjin entre ellos ―¿El beta no va a salir? ―preguntó dirigiendo una mirada a Sungjae.

―Créeme, ustedes necesitan que yo escuche esto ―dijo el nombrado con una mirada rancia dirigida hacia el alfa.

Estaba claro que no quería compartir ni el más mínimo ápice amistoso con él desde que se reencontraron, pues lo único que lograba conseguir de Sungjae eran malas miradas y comentarios hirientes que se disfrazaban pobremente de sarcasmo. No tenía ninguna intención de olvidar lo que había pasado en el Bosque.

―Él tiene información de la manada del Río ―excusó Namjoon con un suspiro cansado, parecía que comenzaba a sentir las secuelas de pasar tiempo con Jae.

―Como quieras ―suspiró Minjoon resignado antes inclinarse en su silla, dejando descansar sus brazos en el escritorio ―nuestras fuentes dicen que los rebeldes le dieron una pista falsa a los del Río, esa podría ser la razón del mortal enojo contra el grupo de Hoojin.

―¿Qué pista?

―Al parecer les dijeron a sus amigos del Río que habían entregado al joven Kim a su hermano.

Jungkook se tensó al escucharlo. Dirigió una mirada a Sungjae quien se la dirigió de regreso con un pequeño destello de advertencia para que mantuviera la boca cerrada.

―¿Les dijeron que Kim Taehyung estaba con Dakho? ―preguntó Namjoon cauteloso con motivo de reafirmar la información..

―Lo confesaron tres de ellos, creemos que podría ser verdad.

Huellas | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora