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Jungkook recobró la consciencia poco a poco. Podía sentir el leve respirar del contrario ya que estaba acostado sobre la espalda de este, Taehyung estaba boca abajo y todavía dormía sin ningún tipo de interrupción aun cuando el alfa levantó la cabeza para ver a su alrededor. El aroma a canela comenzaba a rondar por el ambiente.

Estaban en la habitación, un poco de luz entraba por la ventana que estaba mal cerrada con dos pequeñas puertas de madera, no lo suficientemente abiertas como para observar el interior, pero sí para que unos delgados rayos de sol se escabulleran al interior. La habitación era bastante simple, la cama y un ropero era todo lo que había alrededor, las paredes eran de piedra sin recubrir por lo que hacía un poco de frío en el interior, pero Jungkook lo combatía sin problemas con su propio calor corporal. No le parecería extraño que fuera Taehyung quien lo había jalado encima suyo para que funcionara como una pesada manta, el omega había dejado en claro que su fuente de calor preferida siempre sería el alfa.

El mayor estaba por acostarse de nuevo para evitar despertar al omega cuando su estómago hizo un sonido que dejaba en evidencia el hambre que tenía. Bien, no había comido nada desde el día anterior por la tarde y antes de eso ya había ayunado bastante, por lo que no le era nada extraño que su lobo se sintiera dividido entre quedarse en la cama o salir a buscar algo de comida. Finalmente se decidió por la segunda cuando la idea de que Taehyung probablemente también tendría hambre cruzó por su cabeza, conocía bastante bien el apetito del omega y no sabía cuánto tiempo le llevaría conseguir algo en el lugar donde se encontraban, lo mejor era comenzar su búsqueda de una vez.

Con lentitud se fue levantando, por cada centímetro de piel que dejaba al descubierto del omega lo iba resguardando con la manta con la esperanza de que el rubio no notara demasiado el cambio de temperatura. Buscó su ropa alrededor de la cama siendo consciente de que necesitaría ropa nueva, algo que no gritara desde la distancia que era un alfa y terminará llamando la atención. Pensaba en ello cuando giró y vio a Taehyung levantando perezosamente la cabeza, sus ojos estaban entrecerrados y se veía como alguien que caería dormido de un segundo a otro, completamente adorable. Jungkook se detuvo en su lugar, con la prenda superior de alfatext en la mano y toda su atención en el menor.

—¿A dónde vas? —preguntó el omega con voz lenta y ronca.

—Primero a buscar comida, después a prepararnos un baño —contestó con simpleza acercándose de nuevo al omega quien se había rendido y dejado caer su cabeza de nuevo en la almohada—. Te despierto cuando haya conseguido algo.

—Mejor no te vayas.

—Si no lo hago no voy a poder conseguir comida —dijo con un rastro de risa al fondo de su voz.

Taehyung hizo una mueca al tiempo en que Jungkook acariciaba la cabellera rubia con delicadeza, el menor cerró los ojos y el alfa creyó que había quedado dormido de nuevo así que tuvo la intención de alejarse cuando su mano fue tomada con más fuerza de la que esperaba.

—¿En serio vas a irte?

Esta vez Jungkook realmente rio, sorprendido por los reflejos que Taehyung mostraba aun estando medio dormido. Notó como Taehyung acercaba su mano hasta su rostro y pasaba su nariz por su piel aspirando casi inconscientemente, acarició la mejilla del menor aprovechando la cercanía y lo escuchó ronronear mientras volvía a cerrar los ojos. Recordó lo que Sungjae le había dicho sobre el estado de reposo de los omegas y, aunque Taehyung parecía no estar completamente en sus cinco sentidos, estaba claro que su omega estaba atento a que él no se alejara demasiado. Así había sido la noche anterior, cuando Taehyung se despertó mientras que él se encargaba de Jimin.

—Está bien —dijo acercándose un poco más para tomar al omega por los hombros y enderezarlo un poco—, toma esto.

Taehyung era peso muerto, pero en realidad no pesaba demasiado, por lo que Jungkook no tuvo demasiados problemas en mover sus extremidades sin fuerza para poder pasar la prenda por la cabeza del omega. Su camisa de alfatext le quedaba algo grande, pues el mismo Jungkook utilizaba un tamaño que le permitiera movilidad sin problema. Vio a Taehyung abrir sus ojos de nuevo y mirar hacia abajo, a la tela negra que ahora lo cubría rebosante de aroma a cedro, cuando Jungkook lo volvió a dejar completamente sobre la cama el omega no hizo más que acercar las mangas de la prenda hasta su rostro, enterrando su nariz en ellas.

Huellas | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora