Habían avanzado ya por algunas horas dentro del territorio del Norte, Namjoon había planificado un recorrido un poco más largo de lo necesario con la intención de visitar algunas de las aldeas que fueron atacadas por el Valle en su corta ocupación. No se habían detenido mucho tiempo en ellas, ni siquiera habían bajado de sus caballos para echar un vistazo y hacer una superficial lista del trabajo que tendrían que hacer para que las aldeas fueran habitables de nuevo. Los refugiados ahora se encontraban en la ciudad central, pero no podían quedarse ahí para siempre.
Aquellas imágenes fueron especialmente impactantes para el omega de cabello rubio. La primera aldea que habían visitado al llegar a la manada escondía su precaria apariencia bajo el manto de la nieve, pero esas nuevas aldeas, aunque heladas, no tenían ese privilegio. Y para sus sensibles sentidos, el aroma a muerte y putrefacción había sido más que palpable en algunas de sus paradas hasta el punto de provocarle náuseas.
Las casas, construidas de madera y piedra, estaban desiertas, algunas incluso derruidas. Ninguna de ellas tenía puerta, pocas apenas todavía sostenían un techo. Los campos donde alguna vez se cultivó estaban destruidos, con grandes baches gracias a las fosas que en algún momento debieron hacer, de los establos no quedaba más que un vestigio de madera quemada y vallas de corrales trozadas. Ahora todo parecía quietud, envuelto en un silencio atroz en el cual sólo las órdenes del líder para indicaciones futuras de reconstrucción podían penetrar, pero Taehyung era consciente de que en algún momento esto fue un campo de guerra.
En el suelo hubo cuerpos caídos, en los establos las llamas debieron ser el escenario perfecto de un apocalipsis, mientras las peleas a muerte se desataban una tras otra, sin ninguna posibilidad de tregua.
Eso era la guerra.
—Tae —escuchó el llamado a su espalda y al girar se encontró con los ojos negros del alfa, tan apacibles como siempre —tenemos que seguir avanzando, vamos.
El menor asintió, tiró de las riendas de su ahora propio caballo para encaminarlo en la misma dirección por donde avanzaba Jungkook. Con el equipo dividido entre los que se fueron con Yoongi, los que se quedaron en la aldea y quienes les siguieron al territorio central, la disponibilidad de los caballos creció hasta que todos gozaron de tener una montura. El grupo, antes de alrededor de medio centenar, ahora se conformaba por no más de quince personas, número que probablemente se reduciría antes de llegar a la ciudad.
Pero aquello no le preocupaba, encontrándose en la manada del Norte podía sentir que era el primer respiro que tomaba desde hace mucho tiempo. Sería difícil incluso para los del Río entrar al territorio con toda la vigilancia que había en la frontera debido a la guerra. Por el momento estaban a salvo y eso le daba espació para que su mente vagara por otros pensamientos.
Lamentablemente, el panorama alrededor suyo no era tan bueno como sus ánimos.
—¿Crees que esta gente podrá volver a cosechar aquí? —preguntó distraídamente, avanzando a un lado del alfa pelinegro.
—Lo harán —contestó el mayor sin rastro de duda —los de esta manada somos muy orgullosos con nuestro territorio, en cuanto reconstruyamos al terminar la guerra ellos volverán.
Taehyung asintió ante aquella respuesta. Estaba claro que Jungkook podía tener una respuesta para ello, después de todo esa no era la primera vez que la manda del Norte era atacada en los últimos años, pues la guerra no era algo nuevo para ellos. Antes, los del Bosque habían atacado esas mismas fronteras, ahora era el ejército del Dakho haciendo su mejor intento en las tierras del Norte.
Durante su recorrido junto a los del Norte había escuchado cuanto el invierno los había beneficiado, pero el temporal terminaría dentro de poco y para ellos la mejor opción era terminar la guerra antes de la llegada de la primavera. Ahora debían atacar, era lo que Jungkook le había dicho en algún momento, expulsarían al resto del ejército del Valle de sus tierras y luego lo harían de sus fronteras. Todas esas aldeas regresarían a una monótona tranquilidad.
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Huellas | KookV
FanfictionEl camino ha sido duro, pero el verdadero reto que les depara el destino apenas comienza. Las cenizas y sangre de la guerra los espera al regresar. § COMPLETA § • Historia Kookv • Omegaverse • Segunda parte de la duología "Manada". Es necesario leer...