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Correr. Era en todo lo que Taehyung podía concentrarse con cada una de sus pesadas respiraciones. Intentaba no pensar en el dolor de su costado, tampoco en el entumecimiento de sus piernas, solo pensaba en escapar de ahí antes de que alguien lo notara. El paisaje frente a él parecía repetirse una y otra vez dándole la sensación de que estaba corriendo en círculos cada que tenía que empujar ramas para abrirse paso.

Llegado a un punto, después de varios minutos de carrera, sus piernas cedieron en la caída de un salto poco agraciado desde uno de los troncos caídos que había en la zona. Sus rodillas se doblaron y apenas alcanzó a poner sus manos al frente para frenar la caída, un jadeo de sorpresa y cansancio salió de sus labios al verse vencido en la tierra. Definitivamente necesitaba un descanso.

—Levántate Kim —ordenó Hoseok a unos cuantos pasos más adelante.

—Dame un segundo —pidió el menor entre jadeos, su boca seca hacía que pronunciar alguien palabra se sintiera pastoso y desagradable.

—No tenemos un segundo, tenemos que volver ahora —gruñó el beta con cierto desagrado al tener que volver. Tomó el brazo del contrario para ayudarlo a levantarse, aunque más que una ayuda parecía una exigencia. Taehyung se reincorporó tan rápido como pudo antes de que el apoyo de Hoseok desapareciera por completo, pero, aunque ya en sus dos piernas de nuevo, todavía le hacía falta un tanto de aire —estamos perdidos si nos encuentran en el bosque, piensa en ello y sigue avanzando.

Taehyung le dirigió una mirada resignada, no necesita que alguien le recordara el peligro en el que se encontraba pues hasta hace algunos minutos hacía estado de camino a su final. No discutió, sabía que la forma de tratar con Hoseok no era la mejor, de hecho el beta parecía no disfrutar ni un solo segundo en su presencia y seguía sin saber exactamente por qué.

—¿De verdad sabes a donde vamos? —preguntó Taehyung tomando una gran bocanada de aire, seguiría corriendo.

—Este bosque no es nada comparado con las cuevas de la Zona Baja —contestó soltando al omega —deja de cuestionar y cierra la boca.

El beta se dio la vuelta para seguir con su camino, el rubio suspiró al encontrar la misma orden que Hoseok había estado repitiendo en todo momento: cierra la boca.

—¿Al menos podemos caminar en lugar de correr? —preguntó preocupado por sus piernas temblorosas y el dolor en su costado —no hay nadie cerca, puedo asegurarlo.

—¿Si caminamos te callaras? —preguntó de vuelta con frustración evidente en su voz, sus hombros se veían tensos y parecía indispuesto a mirar al omega pues seguía dándole la espalda.

—Caminemos, por favor.

Hoseok siguió avanzando, aunque no había contestado nada al menos había hecho caso a la petición del omega. El paso era rápido, pero más manejable para el menor. Taehyung no tenía muy en claro a donde se dirigían pues habían salido del camino tiempo atrás y las copas de los árboles no le permitían ver el cielo para saber en qué dirección estaban caminando. Lo único que podía hacer era confiar en que el beta lo llevaría de regreso a donde Jungkook se encontraba.

Al menos así confiaba mientras que el aroma a la madera quemada se volvía cada vez más intenso.

Recordó el momento en que el enorme arco de madera calló sobre el camino principal creando un muro de fuego por un segundo. Recordó la puerta de la Gran Casa envuelta en llamas, derrumbada a un lado; al alfa que venía corriendo desde la Gran Casa a donde la otra alfa y él se encontraban. Y no pudo hacer nada para pelear contra la preocupación.

—¿Estabas en la Gran Casa cuando inició todo esto? —preguntó el omega con voz baja, en realidad no quería molestar al mayor, pero no podía seguir llenándose la cabeza de ideas que lo estaban consumiendo cada vez más.

Huellas | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora