~ 16 ~

10.2K 1.3K 1.6K
                                    

Jungkook tuvo que dar lo mejor de sí para no dejar a Kim Seokjin caer por las escaleras mientras intentaban salir de los calabozos. A pesar de que sólo estaba sosteniendo uno de sus brazos y Namjoon el otro, lo cierto es que tenían que arrastrar todo el peso del beta por los interminables escalones. Seokjin no estaba consciente, aunque tampoco inconsciente del todo; estaba en un punto medio en donde no era capaz de soportar su propio cuerpo, pero lo suficientemente activo para removerse incómodamente mientras lo ayudaban.

En más de una ocasión el pelinegro giró su cabeza sobre su hombro para asegurarse de que Taehyung lo estaba siguiendo, el hecho de que Sungjae parecía una larva pegada al omega le tranquilizaba un poco. Sabía que nada de eso estaba siendo fácil para el omega, lo supo cuando Taehyung buscó su mano y lo confirmaba cada vez que veía su expresión apesadumbrada por la situación. Lo había visto ponerse pálido al ver a Seokjin, tan tenso que Sungjae tuvo que tomarle de un brazo para obligarlo a avanzar cuando decidieron salir de ahí.

El resto de alfas no estaban haciendo mucho. Todos habían agachado la cabeza cuando Namjoon le dijo con tono poco amigable al jefe Jung que hablarían después de llevar a Seokjin a su habitación, después de eso todos les seguían en silencio, cerrando las puertas de los calabozos conforme subían.

—Mierda, deja de moverte —reclamó Jungkook cuando el beta volvió a agitarse en un destello de conciencia, o tal vez simples reflejos, lo que hizo que el esfuerzo por sostenerlo pasara factura en sus heridas restantes.

Para ese punto las heridas más pequeñas habían sanado por completo. Conforme recuperaba su fuerza, su cuerpo parecía purgar cada vez más rápido cualquier malestar. Pero todavía tenía vendas en los brazos, un ligero dolor en la pierna y una herida en el abdomen que se negaba a sanar. Esta última herida era la que más dolía cada vez que Seokjin realizaba un movimiento imprudente en las escaleras.

Por un momento pensó en soltarlo, pero eso haría que el cuerpo del beta cayera por las escaleras y Taehyung se encontraba justo detrás de ellos. Todavía había una posibilidad de que Namjoon lograra contenerlo en sus brazos, pero no iba a arriesgarse a causar un incidente innecesario.

—Estamos casi arriba —dijo Namjoon mirando la puerta que marcaba el final de las escaleras —un poco más.

Así lo hicieron, llegaron hasta el último escalón y Jungkook dejó salir un suspiro de alivio al salir del sofocante agujero que comenzaba a llenarse con el aroma a aceite quemado de las lámparas. Sujetó con más fuerza el cuerpo del beta ahora que tenían más espacio y miró de nuevo sobre su hombro. Con más luz notó la verdadera palidez en el rostro del omega y su mirada perdida no hizo más que preocuparlo.

—Tae, ¿estás bien? —preguntó en voz alta antes de seguir avanzando, los pies del beta ya ni siquiera hacían un esfuerzo por sostenerse, simplemente se arrastraban por el pasillo —¿te sientes mal?

—Estoy bien —contestó negando con la cabeza de forma distraída mientras enviaba una de esas miradas de "no te preocupes" que Jungkook conocía muy bien.

Pero se preocupaba. Después de todo, Taehyung tenía un historial destacable en intentar quitarle importancia a lo que le sucedía. Y a Jungkook le importaba, por supuesto que le importaba.

—Se ve pálido, joven Kim —dijo Namjoon mirando también sobre su hombro —no se preocupe, llamaré a un médico para mi secretario, después puede revisarlo a usted.

—No me siento mal —negó con la cabeza mirando sólo un momento a Namjoon antes de regresar la mirada a Jungkook —sigamos, el secretario Kim debería ser tratado cuanto antes —añadió haciendo una señal con sus manos para proseguir con la marcha.

Jungkook le sostuvo la mirada sólo un segundo más antes de asentir y girar al frente de nuevo. Bien, si Taehyung quería preocuparse por Seokjin primero entonces terminaría con esto rápido.

Huellas | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora