Despertar lo últimos días se había vuelto una actividad de incertidumbre. Jungkook ya no sabía que es lo que debía esperar cada que sus sentidos volvían a estar en funcionamiento. Esta vez, era el leve golpeteo en un cristal lo que hizo que abriera los ojos.
Como esperaba, Taehyung estaba acurrucado a su lado, todavía sumido en lo profundo de su sueño. Había pasado tanto tiempo desde que despertar con él se había vuelto común, que ya ni siquiera quería recordar como era antes. Parecía que el tiempo se había partido, antes y después de caer por esa cascada, antes y después de conocer a Taehyung.
Sin embargo, aunque le gustaba pensar en ello, el golpeteo no le permitía estar tranquilo. Levantó su cabeza para echar un vistazo a la habitación, pero todo se encontraba tal y como lo recordaba la noche anterior. Entonces su atención giró a donde la ventana se encontraba y frunció el ceño al toparse con la silueta de una persona fuera.
Afuera. En el cuarto piso.
Se movió lentamente para salir de cama sin despertar al menor, quien solo hizo un movimiento inconsciente para acurrucarse cuando su fuente de calor se alejó. Jungkook avanzó hasta la ventana, cada paso más cerca le daba más forma a la figura hasta que Jungkook fue capaz de identificarla. Abrió la ventana con extremo cuidado de no dar un empujón accidental y sintió el aire invernal entrar con fuerza a la cálida habitación.
―¿Qué demonios estás haciendo? ―preguntó en un susurró que pretendía ser un grito.
Hoseok, de pie en la delgada cornisa fuera del edificio, frunció el ceño con molestia y empujó un hombro del alfa para que se hiciera a un lado. Jungkook cedió rápidamente y de un salto el beta ya se encontraba al interior de la habitación.
―Me tengo que llevar a Taehyung ―dijo con simpleza acercándose a la cama en donde el omega seguía dormido. Pero antes de que le beta pudiera llegar al mueble, fue tomado por uno de sus hombros por el alfa. Jungkook lo miraba con seriedad, Hoseok simplemente le regresó una expresión de molestia ―escucha, tengo prisa, Jae me dijo que no perdiera tiempo discutiendo contigo.
―¿Para que necesitas a Taehyung a esta hora? ―preguntó, ignorando por completo las últimas palabras del mayor.
―Nosotros no necesitamos nada, el jodido alfa que está tocando la puerta de su habitación buscándolo sí y no tengo idea de para que lo quiera.
El ceño fruncido de Jungkook se intensificó con la nueva información y en un descuido el beta se libró de su agarre y se lanzó a la cama para despertar al omega. El alfa fue a la ventana y miró al exterior. Todo estaba bastante oscuro todavía, pero la luna avisaba sobre la pronta aparición del sol, la mañana estaba a la vuelta de la esquina y alguien estaba buscando a Taehyung. Escuchó el quejido del omega a su espalda y al regresar su atención al interior de la habitación se topo con el rostro somnoliento y confundido del menor.
El omega, con los ojos todavía cerrados, palpó a sus lados en la cama con pereza.
―¿Y Jungkook? ―preguntó con voz ronca por el sueño.
El nombrado se movió en automático ante el llamado. Se sentó en la orilla de la cama y acarició con cuidado una de las mejillas canela del chico.
―Aquí estoy, cariño.
―Oigan, no quiero presionar ni nada, pero hay un alfa molesto en la puerta de Taehyung.
El pelinegro rodó los ojos y sin retirar su mano del contacto con el omega, giró su cabeza para enviarle una mirada de molestia al recién llegado.
―Si hay alguien en su puerta, entonces se dará cuenta de que Taehyung está saliendo de aquí ―dijo Jungkook con obviedad.
Y por la forma en que Hoseok suspiró, como si acabara de decir la mayor estupidez de la historia, estaba claro que el beta ya lo tenía previsto.
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Huellas | KookV
FanfictionEl camino ha sido duro, pero el verdadero reto que les depara el destino apenas comienza. Las cenizas y sangre de la guerra los espera al regresar. § COMPLETA § • Historia Kookv • Omegaverse • Segunda parte de la duología "Manada". Es necesario leer...