Hola preciosas ✨ Muchas gracias por sus buenos deseos, sus comentarios me alegraron bastante y ya estoy mucho mejor ahora ☺️
Cuídense mucho y disfruten del capítulo ❤️Athena se encontraba en el Gran Comedor junto con sus amigos, la noche anterior no había podido asistir a la reunión que tuvieron con su padre. Pero la pusieron al tanto de que Sirius y la Orden se habían enterado sobre las clases de Defensa; igual le dijeron que Umbridge tenía las chimeneas vigiladas. Algo que hizo que Athena frunciera el ceño con confusión. Ahora se encontraban almorzando, tratando de verse nada sospechosos.
− ¿Estás seguro de que podemos confiar en Dobby, Harry? –preguntó Hermione algo preocupada. Harry les había dicho sobre una sala, una que el elfo le había dicho la noche anterior, en la que podrían entrenar sin que nadie les molestara.
−Sí –respondió Harry con seguridad−. Incluso Dumbledore me habló de ella en el baile de Navidad. Pero de paso.
−Mmmm, creo que he estado en esa sala –dijo Athena con curiosidad−. Cuando estaba pequeña, claro. Jamás volví a entrar.
−Si Dumbledore te habló de ella, entonces, estoy de acuerdo –dijo Hermione con decisión.
El resto del día, Harry, Ron, Athena y Hermione se dedicaron a avisar a todos los que se habían anotado, en donde sería la reunión aquella noche.
Al finalizar la cena, todos estuvieron seguros de que les había llegado la noticia a las veinticinco personas que se habían reunido en el pub.
A las siete y media, Athena se reunió con sus amigos en la entrada de la sala común de Gryffindor. Harry llevaba un trozo de pergamino, Athena dedujo que era el mapa del merodeador. Los de quinto curso podían estar en los pasillos hasta las nueve en punto, Umbridge había modificado algunos derechos de los prefectos, haciendo que se cancelaran las rondas nocturnas para vigilar los pasillos. A pesar de estar en buen tiempo, movían sus cabezas con nerviosismo y miraban por los pasillos, mientras se dirigían hasta el séptimo piso.
Revisaron el mapa para ver en donde se encontraba Filch. Éste se encontraba en el segundo piso, igual revisaron donde se encontraba la profesora Umbridge, ésta se encontraba en su despacho. Sin más continuaron a buen ritmo hacia el lugar que Dobby les había dicho; un tramo vacío de pared frente a un enorme tapiz que representaba el absurdo intento de Barnabás el Chiflado de enseñar ballet a los trols.
−Bien –dijo Harry en voz baja−. Dobby dijo que teníamos que pasar tres veces por delante de este trozo de pared, encontrándonos en lo que necesitamos.
Dieron media vuelta bruscamente al llegar a la ventana que había más allá del tramo vacío de pared, y luego regresaron al alcanzar el jarrón del tamaño de una persona que había al otro extremo. Athena tenía cerrados los ojos ligeramente, mientras que Ron los tenía cerrados con fuerza, Hermione susurraba algo y Harry tenía los puños apretados y miraba hacia el frente.
− ¡Miren! –exclamó Athena cuando se dieron la vuelta después de hacer el recorrido por tercera vez.
Una puerta de brillante madera había aparecido en la pared. Athena miró hacia Harry y este asintió hacia ella. Ambos extendieron un brazo, agarrando el picaporte de latón, abrieron y entraron primero en una amplia estancia en la que ardían parpadeantes antorchas como las que iluminaban las mazmorras, ocho pisos más abajo.
Las paredes estaban cubiertas por estanterías de madera, y en lugar de sillas había unos enormes cojines de seda en el suelo. En otros estantes se observaban varios instrumentos, como chivatoscopios, sensores de ocultamiento y un gran reflector de enemigos rajados, que Athena estaba segura que vio en el despacho del falso Moody.
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A Black's Desire
ФанфикAthena Saiph Black, con todas las habilidades dignas de una Ravenclaw, a excepción de una; meterse en problemas. Su vida dio un giro completo al escuchar que su padre, Sirius Black había escapado de Azkaban. En su tercer año en el Colegio Hogwarts...