Capítulo 40

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Holaaa ☺️, espero estén bien, hemos llegado ya al final del Cáliz de Fuego
Espero lo disfruten 🥰

Los exámenes cada vez estaban más cerca. Athena y sus amigos se tomaban el tiempo libre para estudiar lo que podían, ya que la mayoría del tiempo, se la pasaban ayudando a Harry con hechizos de defensa y desarme.

Athena había evitado a toda costa a Snape, tenía mucho que pensar y claramente se sentía culpable por dudar de su lealtad; pero tenía presente cierta duda.

− ¿Estás bien? –la voz de Cedric hizo que ella dejara de mirar hacia el lago negro y le mirara, poniendo una ligera sonrisa.

−Sí –respondió Athena, que lo había citado en ese lugar para hablar con él. Debido a que se la pasaba estudiando y no había podido pasar tiempo con él, ambos habían estado distantes−. Creo que debemos hablar...

−Eso creo –afirmó Cedric tomando asiento a un lado de ella.

Ambos soltaron un suspiro. Athena sabía que había intentado lo que pudo y notó que él igual lo hizo, pero ninguno se dejaba engañar. Querían a otras personas.

−De verdad me gustas, Athena –habló Cedric, después de unos momentos−. Eres una excelente chica, me brindaste tu apoyo durante las dos primeras pruebas... Pero, tal vez simplemente deberíamos ser amigos.

−Entiendo –respondió Athena dándole una ligera sonrisa−. Estás enamorado de otra persona...

Cedric le dio una sonrisa ladeada.

−Creo que yo igual... −murmuró al desviar su mirada de Cedric.

−De acuerdo –murmuró Cedric, mientras le ayudaba a ponerse de pie−. El día de la última prueba vendrá mi padre. Espero puedas saludarlo, tenía muchas ganas de conocerte.

−Sería un placer –respondió Athena sonriéndole.

− ¿Todo bien? –preguntó Cedric preocupado. Athena le dio una suave risa.

−Todo está bien, Ced. Vamos –respondió Athena tomándolo del brazo mientras comenzaban a caminar hacia el castillo.

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La mañana de la tercera prueba fue muy bulliciosa, sobre todo en el Gran Comedor. Harry se notaba pálido y sin ganas de desayunar. La prueba se llevaría a cabo en la tarde. Al menos se sentía menos nervioso que en las dos primeras, ya que para esta, se había preparado junto con sus amigos.

−Bueno, al menos sacaremos excelente en Defensa –bromeó Athena leyendo su libreta de apuntes mientras desayunaba. Ron acechaba de vez en cuando hacia la libreta de Athena, mientras Hermione leía un libro.

−Saldremos bien –Hermione dijo mientras cambiaba de página−. Tú concéntrate, Harry.

Éste asintió. Él, al igual que los otros campeones estaba exento en los exámenes finales, para que pudieran concentrarse en las pruebas. Lo único que había hecho era sentarse al fondo y leer, mientras el resto presentaba.

−Potter –la voz de la profesora McGonagall le llamó−. Después del desayuno, todos los campeones deben ir a la sala de al lado.

−Pero, ¿por qué? La prueba es hasta la tarde –dijo Harry confundido.

−La familia de los campeones están invitados a la última prueba. Ya sabes –dijo la profesora McGonagall−. Ahora tienes la oportunidad de saludarlos.

Harry se le quedó mirando con la boca abierta, mientras la profesora se retiraba.

− No creerás que vinieron los Dursley, ¿o sí?−le preguntó Athena sorprendida.

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