A Black's Desire

Capítulo 19

El profesor Lupin se había quedado ahí mirando la luna fijamente. Sirius corrió hacia él, sosteniéndolo. Estaba sufriendo.

− ¿Tomaste tu poción? –preguntó Sirius preocupado. Pettigrew se hizo a un lado, con miedo−. ¡Sabes que eres un gran hombre! ¡Tú corazón es lo que te define!

Athena observó cómo su padre trataba de tranquilizar la transformación de Lupin, pero era imposible detenerla. El profesor Lupin, soltó su varita. Esta cayó en el césped, Pettigrew la tomó.

− ¡Expelliarmus! –exclamó Athena, haciendo que la varita se cayera de sus manos. Pettigrew sonrío y se volvió a transformar en rata. Harry trató de correr detrás de la rata, pero Athena lo jaló. Los cuatro miraban expectantes la escena, desde un lado del sauce.

− ¡Corran! –gritó Sirius, quién aun sostenía a Lupin. Ellos solo se hicieron más para atrás. La transformación se había completado, Lupin había lanzado a Sirius.

− ¡Vámonos! –dijo Harry, mientras jalaba a Ron.

− ¡Esperen! –dijo Hermione.

− ¡Hermione, no! –dijo Athena al momento en que vio a Hermione acercarse al profesor Lupin transformado.

− ¿Profesor? –preguntó Hermione hacia el hombre lobo−. ¿Profesor Lupin?

El hombre lobo se enderezó y aulló hacia la luna. Hermione y el resto dieron un gritito asustados. Athena jaló a Hermione de vuelta hacia donde estaban ellos.

−¡Black, Potter! –El profesor Snape había despertado del golpe y se abalanzó hacia ellos, sin darse cuenta del hombre lobo.

Un rugido retumbó, haciendo que el profesor Snape se volteara de inmediato. Se colocó delante de ellos.

−Black, detrás de mí –dijo Snape mirando con sobresalto al hombre lobo. Athena bajo la mirada hacia su muñeca, Snape la sostenía con fuerza.

El hombre lobo caminó hacia ellos, alzando sus garras y atacó al profesor Snape. Haciendo que este cayera encima de Athena. Snape se hizo más para atrás, tratando de proteger a Athena. Ella lo miró con confusión. Pero no chistó, en ese momento el hombre lobo se preparaba para atacarlos de nuevo. Athena se puso de pie junto con sus amigos, al mismo tiempo que el profesor Snape se colocaba delante de ellos otra vez.

Se alejaron un poco más, pero justo en el momento en el que el hombre lobo iba a atacar, Sirius se le abalanzó en su forma de animago, alejándolo de ellos. Sirius se colocó delante de ellos protegiéndolos. Gruñía y estaba atento a los movimientos del hombre lobo. Éste gruñó y se abalanzó hacia Sirius, peleando por unos momentos. Hasta que Sirius lo llevó a otro lugar.

− ¡Papá! –gritó Athena, soltándose del agarre de Snape.

− ¡Black! –exclamó Snape, agarrándola de su muñeca−. ¿Dónde crees que vas?

Athena le miró y frunció el ceño, se soltó de su agarre y corrió detrás de su padre. En ese momento, Harry corrió detrás de ella.

− ¡Potter, regresa! –gritó con enfado Snape. Pero ninguno regresó.

Athena vio como el hombre lobo estaba lastimando a su padre y corrió hacia ellos, con Harry detrás de ella. Athena paró a unos centímetros y de la nada, Harry tiró una piedra hacia el hombre lobo. Athena le miró con temor, no tenía un plan. El hombre lobo comenzó a acercarse hacia ellos y ellos daban unos pasos hacia atrás con lentitud. Estaba a punto de atacarlos, cuando de pronto, a lo lejos, se escuchó un aullido. Athena soltó un suspiro al ver que bajó sus grandes garras y se fue por la dirección del aullido.